El Partido Popular ha vuelto a ser protagonista de una nueva contradicción interna, en esta ocasión al respecto de las medidas contempladas tanto a nivel nacional como europeo para hacer frente a la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Y es que la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo se ha mostrado en contra de la iniciativa propuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez para limitar los beneficios de las eléctricas mientras ha celebrado la tasa planteada por la Unión Europea, que tiene de lleno el mismo objetivo: gravar las ganancias extra que estas empresas están obteniendo a la hora de generar energía.

"Son cosas diferentes"

Este miércoles, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha explicado en los pasillos del Congreso su postura al respecto de estos dos planteamientos, que dice "son cosas diferentes". "Una cosa es la tasa que plantea Europa y otra es el impuesto de Pedro Sánchez", ha comenzado a esgrimir. A su juicio, la primera va "directamente enfocada a bajar los recibos de los europeos y, por tanto, de los españoles", mientras la segunda, lo que ha calificado como el "impuesto de Sánchez", dice "va a subir la recaudación"

De esta forma ha justificado el por qué los populares se han mostrado a favor de la tasa propuesta por Bruselas para poner coto a los llamados "beneficios caídos del cielo" para destinarlo a ayudar a familias y compañías más vulnerables mientras han rechazado de pleno los impuestos a las grandes empresas energéticas planteados por el Ejecutivo de coalición.

 

Gamarra ha insistido en acusar al Gobierno de querer "recaudar" con esta medida, algo que ha negado en el caso de las instituciones europeas. "No hay que olvidar que ya llevamos más de 22.000 millones de euros de recaudación extra solo en siete meses, por lo tanto, el Gobierno no debiera estar recaudando tanto cuando los españoles están tan mal", ha criticado para añadir que "España no tiene un problema de recaudación, los que sí tienen un problema son los españoles para pagar sus facturas".

"Todo lo que sea bajar impuestos y facturas, de entrada el Partido Popular dice sí. Todo aquello que sea subir impuestos para recaudar más, de salida es no", ha dicho para justificar su apoyo a la iniciativa de la Comisión Europea. También para explicar por qué este martes la formación popular ha pedido al Gobierno que retirase su propuesta de crear este nuevo impuesto. "Así no tendría que rectificar nuevamente en relación con lo que la Unión Europea pueda establecer", ha afirmado.

La UE imita a Sánchez

"Será un impuesto excepcional a grandes empresas energéticas que estará en vigor en 2023 y 2024, afectará a los beneficios extraordinarios obtenidos por los grupos dominantes en el sector gasista y petrolero", aseguró el presidente del Gobierno durante su intervención en el Debate del Estado de la Nación que se celebró el pasado mes de julio al respecto de esta medida.

Un argumento que también ha esgrimido en las últimas semanas la dirigente europea Ursula Von der Leyen, quien ha defendido la necesidad de implantar "un tope a los ingresos de las empresas que producen electricidad a bajo coste". Ha llegado el momento de que los consumidores se beneficien de los bajos costes de las fuentes de energía bajas en carbono, como las energías renovables. Por lo tanto, propondremos reencauzar estos beneficios inesperados para ayudar a las personas y empresas vulnerables", anunció hace solo una semana.

Se trata de una de las muchas medidas "inmediatas" que han planteado las instituciones europeas para "proteger a los consumidores y empresas vulnerables" de los efectos de la crisis de energía y la escalada de los precios por la presión ejercida por Vladimir Putin. De esta forma, Bruselas parece haberse "inspirado" en las propuestas de España, que se ha colocado como referente estratégico en materia de energía debido a su celeridad y anticipación en la asunción de medidas de ahorro energético.