Este 26 de abril se cumplen 80 años del bombardeo sobre Guernica en 1937 por parte de la Legión Cóndor alemana, en apoyo de los franquistas, un episodio que plasmó genialmente Pablo Picasso en un óleo que es una de las pinturas más importantes del siglo XX. El pintor se inspiró, entre otras, en la crónica del corresponsal George Steer, quien relató lo que realmente había ocurrido en la localidad vasca.

Steer contó que Guernika, centro de la tradición cultural vasca, fue "destruida completamente por aviones insurgentes" tras un bombardeo que se prolongó "durante tres horas y cuarto". El cronista británico precisaba que los alemanes habían empleado una flota poderosa de aviones, con "bombarderos Junker y Heinkel"  que descargaron sobre la ciudad más de mil libras de bombas y unos 3.000 proyectiles incendiarios. Además, que los aviones de combate planearon sobre el centro de la ciudad y dispararon a los civiles que habían buscado refugio en los campos.

Un icono antibelicista
La crónica de Steer fue publicada por The Times y The New York Times,  dos días después del bombardeo, el 28 de abril de 1937. El periodista vio in situ la magnitud de los hechos y habló con testigos.  

Picasso no sólo se basó en la narración de Steer. Según estudiosos de su obra e historiadores, el pintor se inspiró, también en las crónicas de un corresponsal francés sobre los bombardeos contra la población civil de Madrid en noviembre y diciembre de 1936. En cualquier caso, el óleo del pintor español es un icono universal antibelicista sobre el sufrimiento y la barbarie de todas las guerras.