José María Barreda nunca lo dijo abiertamente, pero en el PSOE, y en Castilla-La Mancha, sabían que de convocarse elecciones primarias, o un congreso extraordinario, la delegación castellano-manchega, con sus 59 compromisarios con derecho a voto que le corresponden por la militancia, apoyaría sin fisuras a la ministra de Defensa, Carme Chacón, quien finalmente ha renunciado a competir con Rubalcaba.

El futuro de Chacón…
Tanto es así, que el todavía presidente de Castilla-La Mancha consideró hace unas semanas que la ministra tenía “mucho más futuro que pasado”, a la vez que decía tratarse de una persona “joven y perfectamente preparada”, aunque no hizo ninguna alusión a la sucesión de Zapatero. De ahí que fuera de los pocos barones territoriales que en el Comité Ejecutivo del sábado tuviera palabras de recuerdo sobre la “generosidad” de la catalana, si bien otros compañeros subrayaron el día anterior los mismos calificativos que los pronunciados por Barreda.

…Y el presente de Rubalcaba
Pero acto seguido, el líder de los socialistas castellano-manchegos no tuvo reparos en poner el partido de Castilla-La Mancha a disposición de Alfredo Pérez Rubalcaba para las elecciones de 2012. En este sentido, aseguró que “vamos a trabajar y colaborar en todo lo que sea necesario en pro de la unidad del partido”, añadió, “entre todos tenemos que hacer un esfuerzo para superar cuanto antes este momento tan complicado, del que el partido se levantará y se recuperará”.

No le gustó la campaña electoral
José María Barreda dijo algo más. Según el diario El País, el mandatario socialista mostró su descontento con la campaña de las elecciones del 22-M, en las que fue uno de los grandes damnificados al perder por un solo escaño y 2.000 votos (en Guadalajara) frente a la candidata del PP y secretaria general de este partido, María de los Dolores de Cospedal, quien sí supo situar sobre la mesa el debate nacional que no correspondía a unas elecciones autonómicas, lo que le permitió obtener los resultados ya reseñados.

Giro a la izquierda
Ante la debacle electoral y los resultados adversos cosechados en toda España, el presidente en funciones de Castilla-La Mancha pidió en el Comité Ejecutivo una “revisión ideológica” que permita actualizar los planteamientos socialdemócratas de los socialistas, así como medidas económicas y sociales menos gravosas para los españoles. “Tenemos que ser conscientes y responsables de que para una inmensa mayoría de ciudadanos somos su esperanza”, concluyó.