La sentencia del Tribunal Supremo sobre los líderes del procés ha provocado que el independentismo más exacervado haya protagonizado diversas escenas marcadas por la violencia. 

Por ejemplo, el pasado lunes, a órdenes de Tsunami Democràtic, de forma organizada y exitosa, los manifestantes tomaron el Aeropuerto de Barcelona-El Prat donde consiguieron cancelar 108 vuelos de los 1066 totales. 

La jornada dejó un gran enfrentamiento con los Mossos d´Esquadra, cuerpo policial que sigue órdenes del Govern de Quim Torra. Durante las cargas policiales, se usaron proyectiles de goma y dos manifestantes sufrieron graves lesiones. En primer lugar, uno de ellos perdió un ojo y el otro habría perdido el 40% de su masa testicular. Según el Sistema d’Emergències Mèdiques, un total de 53 personas fueron atendidas durante las protestas.

 

 

 

 

Si el lunes se tomó el aeropuerto, el martes fueron las calles de Barcelona. Llegada la noche, las manifestaciones pacíficas fueron tomadas por violentos que provocaron numerosos focos de fuego a lo largo de la ciudad condal. 

 

 

Este martes, la Policía Nacional detuvo a un hombre como presunto autor de la agresión del lunes a una mujer que llevaba una bandera española en Tarragona, durante una manifestación tras la sentencia del 1-O. Este no ha sido el único momento de máxima tensión ante la aparición de banderas de España.