“El líder socialista tiene dos meses para propinar una patada en el rabel de Albert Rivera y negociar con Pablo Iglesias la fórmula del Frente Popular que eriza los vellos del empresariado español, de la Conferencia Episcopal, de Angela Merkel y de los responsables del Pentágono.”

Quien mantiene esta tesis sobre lo que ocurrirá en el panorama político español a partir de la investidura frustrada de Pedro Sánchez este viernes, es Luis María Anson y lo pone negro sobre blanco en un artículo titulado “A los pies de Pablo Iglesias” que ha sido publicado en el periódico digital que preside -El Imparcial-.

Como ilustre periodista y dominador de la lengua –no en balde es académico de la Real Academia Española- ha sabido sintetizar con magisterio, a través de alegorías y ejemplos metafóricos, el pensamiento político de la “derechona” a la que presta su voz, su pluma y su talento. En una sola frase no sólo ha vaticinado los acontecimientos que están por venir sino que ha pronosticado, asimismo, los riesgos a los que estas conjeturas nos arrastrarán de forma fatal y catastrófica.

En un lenguaje más prosaico ha venido a decir que la izquierda radicalizada encarnada en Sánchez/Iglesias –el “Frente Popular”; se supone que heredero del 36- traerá el caos que atemoriza –“eriza los vellos”- al poder económico –“empresariado español”- al poder espiritual –“la Conferencia Episcopal”- al poder político europeo –“Ángela Merkel”- y al poder militar mundial –“el Pentágono”-.

Son las auténticas preocupaciones de nuestra “derechona” que se desentiende olímpicamente de que los vellos se les ericen a los desahuciados, a los dependientes, a los trabajadores en paro, a los jóvenes que se fugan de su tierra en búsqueda de un trabajo -“movilidad exterior”, en palabras de la encargada junto a la Virgen del Rocío del empleo en nuestro país- o, por no hacer la relación demasiado extensa, que los vellos se les ericen a los ciudadanos con un Estado del bienestar menoscabado, aunque compatible con perdones fiscales a los poderosos defraudadores, y que tienen los derechos laborales y las libertades cívicas bajo mínimos por mor de normativas como la Reforma Laboral de 2012 o la Ley “Mordaza” del pasado año.

A pesar de que la “derechona” siga genuflexa a los poderes fácticos de España, de Europa, del Vaticano y del Mundo y dé su espalda a las preocupaciones e intereses de sus conciudadanos, llegará un momento en que por mucho que los encandile con sus promesas imposibles, sus reiteradas mentiras y sus eslóganes propagandísticos la realidad terminará imponiéndose y exigiéndoles responsabilidades porque como aseveró Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.