Se conocían este martes unas cuentas que han ido aumentando progresivamente desde 2020. Corresponden a las transferencias que se han hecho desde Vox a Disenso, la fundación privada de Abascal, que se constituyó hace cuatro años y que, desde entonces, ha recibido un total de 9 millones de euros por parte de la formación del líder de Vox.

Los resultados revelan algo que ha hecho abrir fuego entre las filas de la extrema derecha y Alvise, líder del partido de reciente formación ‘Se Acabó la Fiesta’. Este, a través de su cuenta de Telegram, señalaba que las cuentas de Vox reflejaban sobresueldos, pérdidas millonarias, sueldos vitalicios y pérdida de afiliados. Poco después de la publicación de este mensaje, desde Vox salían a la carga desmintiendo estos datos. “Ni Santiago Abascal tiene ni ha tenido ni tendrá un sueldo, ni vitalicio ni puntual, en Disenso. Ni Vox reparte sobresueldos. Vox paga nóminas, con impuestos y cotizaciones”, señalaba la formación a través de su cuenta de Twitter.

Pero los datos son los que son y estas cuentas ya estaban en manos de sus militantes. Si el intento de desmentir los datos de Alvise por parte de Vox se producía a mitad tarde, ya entrada la noche era el turno para la intervención de Macarena Olona, quien, también a través de su cuenta de Twitter, corroboraba, según su visión de los acontecimientos, que el desvío de 1 millón de euros en lo que se lleva de 2024 es cierto. No solo eso, sino que confirmaba, tras haber accedido a las cuentas “gracias a afiliados que la han recibido en el día de hoy”, que durante el ejercicio de 2023 el partido destinó un total de 2,5 millones de euros a Disenso, como ha venido haciendo desde 2020.

El origen de Disenso

Disenso se fundó en 2020 con los objetivos de “promoción de la defensa de la vida y la familia”, “la reivindicación de la herencia de la civilización occidental” y “la defensa de la libertad, la unidad y la soberanía de España”. Para constituirse, precisó de un capital de 30.000€ iniciales aportados por Vox, el mínimo legal que se requiere para constituir una fundación, pese a que ya en ese mismo año volvió a recibir 370.000€.

Desde entonces, las cuentas no han hecho más que ascender. Tanto en 2021 como en 2022 Disenso recibió 2 millones y medio de euros, la misma cantidad recibida en 2023, pero, en este caso, en dos plazos. Por una parte, 1,5 millones de euros a principios de año y otro millón ya entrada la segunda mitad del año. Pese a que tan solo se cumplen dos trimestres de 2024, en el informe que Vox remitió este martes a sus afiliados, en el apartado de “hechos posteriores al cierre” se detalla que en estos seis meses Disenso ya ha recibido 1 millón, que, sumados a la cantidad de 2023, formaría un total de tres millones y medio. Con todo ello, desde su constitución, la fundación privada de Abascal habría sido beneficiaria de 9 millones de euros.

Una desorbitada cifra que dista en gran medida de los ingresos que han recibido en otras ocasiones diferentes fundaciones. En el caso del Partido Popular, su think tank ‘Concordia y libertad’ gastó la mitad en personal de lo que destinó Disenso, y en subvenciones recibió un millón de euros menos. Por la parte socialista, la Fundación Pablo Iglesias gastó medio millón en personal y en subvenciones recibió una quinta parte de la recibida por Disenso.

Por lo que se refiere al destino de este dinero, según las últimas cuentas públicas de Disenso, que fechan de 2022, estos 9 millones de euros recibidos en cuatro años se fragmentan principalmente en dos bloques: por una parte, en gastos de personal de la fundación, con una plantilla de 25 empleados; y, por otra parte, “otros gastos de la actividad” donde se incluyen las contrataciones a empresas o los pagos por servicios.

Después de hacerse públicos estos traspasos, el partido optó por el envío masivo de esta carta a modo de justificación de las cuentas. Sin embargo, no es la primera vez que estos desvíos de dinero a la fundación ponen a las cuentas del partido en el punto de mira. En octubre de 2023, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ya enviaba otra carta a los militantes después de que se hiciera público el dinero que hasta entonces se había destinado a Disenso, con el mismo objetivo que la remitida este martes, justificar los movimientos económicos. En esa ocasión, el entonces gerente de Vox, Juan José Aizcorbe salió mal parado, presentando su dimisión, pese a que desde la formación de Abascal trataron de separar la decisión de Aizcorbe con el informe de las cuentas. “Juan José Aizcorbe que goza de la máxima confianza de la dirección del partido y también de su máximo agradecimiento, acordó hace meses reducir su carga de trabajo en el partido y nombrar un nuevo gerente”, justificaban desde Vox.