El Coordinador General de Izquierda Unida, Alberto Garzón, sufrió mucho insomnio en el año 2015, como él mismo ha revelado en una entrevista. Por aquel entonces, Podemos llegaba muy inflado y crecido como la nueva fuerza de la izquierda, en contra de un PSOE que aún no volvía a inspirar confianza. IU se había quedado apartada, insignificante pese a los 8 diputados que tenía desde 2011.

Cuando, en 2015, calló a los 5 diputados, comida por la ola morada y el pequeño repunte de Pedro Sánchez, parecía que la única solución era ser absorbidos por Podemos. Fue en este momento cuando esta ‘pesadilla’ de la desaparición de Izquierda Unida quitaba el sueño a Alberto Garzón, como confesó en una entrevista en el programa La Alameda, de la televisión privada local 101 TV.

“No dormía bien. Las preocupaciones eran enormes. Me ofrecieron pasarme a Podemos, como a muchos otros cargos de IU”, ha reconocido Garzón que, ahora, tres años después, mirando al pasado, sólo puede alegrarse de que se acabe de ratificar el acuerdo de confluencia con Podemos. “Es un buen acuerdo que permite mantener la autonomía y los espacios propios”, defendió el político.

Garzón ha insistido en reivindicar el acuerdo Podemos-IU pese a las críticas para “optimizar el sistema electoral” tras los resultados alcanzados por Unidos Podemos en 2016 cuando consiguió 8 diputados. El líder de la coalición de izquierdas anuncia que, trasladado a la política municipal, el acuerdo con Podemos servirá como base para confluencias a las que se sumarán otros actores: “Lo importante es trabajar conjuntamente”.