Carlos Herrera ha cargado en su editorial de esta mañana en la COPE, la emisora de la Conferencia Episcopal, contra los obispos vascos, a los que ha reprochado su “abrigo” a ETA y su defensa del acercamiento de presos etarras, ésta última expresada en un comunicado conocido el pasado viernes.

“Menudo papelón. Sobra alguna frase que parece inspirada por el siniestro y maléfico Setién”, ha dicho Herrera, en referencia a José María Setién, obispo de San Sebastián hasta el año 2000 y defensor de ETA.

Papanatas, paniagudos...
“Algunos papanatas, paniaguados, están vendiendo como un comunicado de perdón de ETA” el documento difundido por la banda terrorista. “¿Dónde se ha metido la dignidad, la capacidad de análisis, la honradez y la no majadería?”, se pregunta el periodista de la COPE.

Herrera ha añadido que el comunicado de ETA es “un numerito que algunos montan para ver si, conociendo el percal de parte de la opinión pública española, se pueda blanquear la imagen… pelillos a la mar”. El periodista ha criticado el “perdón selectivo” de la banda terrorista, que ha dejado fuera a los muertos implicados en “el conflicto”, según dijo la banda en su escrito.

El numerito de los obispos
“A eso (al numerito) se suman los obispos vascos”, ha subrayado Herrera, que ha reprochado a los prelados su defensa del acercamiento de presos etarras al país Vasco. “Esperemos que la dignidad no se pierda y la memoria de las víctimas, tampoco”.

"Que la Iglesia vasca reconozca la pertenencia, cuando no el abrigo, con el terrorismo es interesante", ha señalado.

El comunicado de los obispos vascos
Los obispos del País Vasco, Navarra y Bayona han pedido "sinceramente perdón" por las "complicidades, ambigüedades y omisiones" que se han dado en el seno de la Iglesia durante los años de terrorismo de ETA, en los que también muchos de los que conforman esta institución "han dado lo mejor de sí mismos". El comunicado fue firmado por el arzobispo de Navarra, Francisco Pérez González, los tres obispos del País Vasco (Mario Iceta, de Bilbao; José Ignacio Munilla, de San Sebastián; Juan Carlos Elizalde, de Vitoria), además de Marc Aillet, prelado de Bayona (Francia), y el obispo auxiliar de Pamplona, Juan Antonio Aznárez. 

Los obispos añadieron que la “deseada” disolución de ETA “ofrece nuevas posibilidades para la normalización” y defendieron que es el momento de “atender las peticiones de los familiares de los presos inmersos en diversas necesidades humanitarias”.