El consejero de Educación de Castilla y León, Fernando Rey (PP), ha sostenido hoy que hay "motivos" para la huelga convocada para el 8 de marzo, el Día de la Mujer, una medida que ha calificado de "oportuna", "muy poderosa y potente para llamar la atención sobre el problema", una "misión" que ya ha logrado.

La "huelga ha logrado que no pase desapercibida" la cuestión de la igualdad, ha afirmado el consejero de Educación en declaraciones a los periodistas antes de participar hoy en un acto homenaje con motivo del Día Internacional de la Mujer en Valladolid, en el que han participado mujeres que han cursado o quieren cursar alguna rama de FP tradicionalmente elegida por los hombres.

No obstante, Rey ha incidido en el derecho a hacer huelga o no seguirla y ha afirmado que no cree que quien no haga la huelga no esté en favor de la igualdad sino de no reivindicar la igualdad a través de este tipo de protesta.

El consejero ha insistido en esa libertad de elección, aunque ha asegurado que se tiene que "tomar conciencia de que la igualdad hoy por hoy no está asegurada" y hay que "trabajar y luchar por la igualdad".

En ese sentido, Rey ha hecho un llamamiento, sobre todo a las familias, para que las estudiantes de la Comunidad también elijan ramas de FP tradicionalmente masculinas, como la electrónica, la robótica o la electricidad, que además tienen mayor futuro, o cursen ingeniería.

El consejero ha observado que le gustaría que el próximo curso las mujeres fueran más que los hombres en esas ramas en la Comunidad, en un intercambio también a la hora de que estos últimos elijan otras disciplinas que tradicionalmente son femeninas como los de imagen personal o servicios socioculturales.

"Hay que romper los roles tradicionales que asignan unas profesiones a unos y a otras", en eso "consiste el machismo", una "idea errónea y enferma" de que la mujer pertenece al varón, ha reflexionado Fernando Rey.

El consejero, que es catedrático de derecho constitucional y que fue presidente del Consejo nacional de Igualdad de Trato, se ha referido además al del acceso de las mujeres a los cargos de decisión, como por ejemplo en las universidades españolas donde sólo cuatro de la más de media centena de rectores son mujeres.

La "clave" en este caso está "en la alta exigencia en los horarios" que condiciona la vida privada y profesional y en la que no habrá un cambio hasta que "los hombres no entren en los espacios privados de cuidados".

Es necesaria "una nueva forma de relaciones entre hombres y mujeres un nuevo contrato sexual" para que las mujeres puedan acceder a los cargos de toma de decisión.