El Partido Popular se está defendiendo del avance electoral de Ciudadanos intentando atacarle con su supuesta financiación ilegal a todos los niveles, ya sea desde el Senado o desde el Ayuntamiento de Boadilla, paradójico ya que la localidad madrileña es uno de los epicentros de la trama Gürtel.

En la Cámara Alta, este jueves ha comparecido el gerente de la formación naranja, Carlos Cuadrado, en la Comisión creada a medida por el PP para investigar las cuentas del resto de partidos. En ella se ha producido una monumental bronca entre él y el senador del PP Luis Aznar, que ha acusado a Ciudadanos de ocultar al Tribunal de Cuentas subvenciones de 25 millones de euros anuales.

Apenas una hora ha durado el tenso interrogatorio de Aznar al secretario de Finanzas de Cs, plagado de interrupciones, reproches mutuos, respuestas airadas e incluso un grito de “Al Capone” al senador del PP emitido desde los puestos donde se han sentado el senador de Ciudadanos Francisco Javier Alegre y los diputados de esta misma formación Miguel Gutiérrez y Toni Cantó.

Los intentos de Luis Aznar por poner de relieve el “cúmulo de irregularidades” en que habría incurrido Cs en sus finanzas de 2015, a tenor de último informe emitido por el Tribunal de Cuentas, han sido contestados por Cuadrado con recriminaciones a la falta de transparencia del PP por ocultar “cada año” 25 millones de euros de subvenciones recibidas por sus grupos parlamentarios y municipales.

Muestra de la tensión que ha alcanzado la declaración del gerente de Cs ante la comisión desde la que el PP investiga en solitario las finanzas de los demás partidos son algunas expresiones empleadas por Aznar, quien ha dicho del compareciente que “o se está riendo de nosotros o tiene un cacao mental que mejor se dedique a otra cosa”, manifestación que después ha retirado a petición de Cuadrado.

“Creo que quienes tienen una empanada mental son ustedes, porque están queriendo ensuciar el nombre de Ciudadanos y no lo van a conseguir”, ha replicado el gerente para indignación del senador del PP, que a su vez ha solicitado, sin éxito, que retirara sus palabras.

Las palabras del gerente han impulsado a Luis Aznar a concluir la comparecencia ante la convicción de que no iba a lograr aclarar nadas sobre las cuentas de Cs, no sin antes recordarle que le iba a pedir por escrito los documentos que el Tribunal de Cuentas no recibió sobre traspasos de fondos de grupos municipales al partido.

Cuadrado se ha comprometido a enviárselos “en un disco duro”, y con ironía le ha advertido de que no lo rompa “a martillazos”, en alusión a los discos usados por el extesorero del PP Luis Bárcenas.

Acusaciones en la cuna de Púnica

Pero el ataque del PP a Ciudadanos por su supuesta financiación ilegal también se ha trasladado a nivel municipal, en concreto a Boadilla del Monte (Madrid). En el debate del pasado 26 de enero el concejal popular Raimundo Herraiz recapituló casos de supuesta financiación ilegal de Ciudadanos.

Entre ellos, citó la indemnización a la exjefa de prensa de Rivera con 153.000 euros para evitar el juicio por acoso laboral o la condena a indemnizar a la ex jefa de prensa de Ignacio Aguado por despido improcedente.

Herraiz preguntó a los concejales de Ciudadanos si “estarían dispuestos a montar una comisión de investigación sobre este tema”, en referencia al informe del Tribunal de Cuentas ya mencionado.

Se da la casualidad de que las acusaciones del PP de Boadilla se produjeron en mitad del debate por una moción de Ciudadanos para exigir responsabilidades por la condena que recibió el Ayuntamiento de acoso laboral a Ana Garrido, antigua funcionaria y denunciante de la trama Gürtel.