El portavoz de la Fundación Nacional Francisco Franco ha desfilado ante las cámaras de Al Rojo Vivo para exponer su visión sobre la polémica que se ha generado en torno al Pazo de Meirás. Antes de que Jaime Alonso hiciera acto de presencia, los tertulianos de la mesa estaban calificándolo como un “robo”.

Ante este atropello hacia la memoria del ‘gran dictador’, el portavoz de la FNFF declaró que no se trata “de ningún robo” y ha instado a los presentes en plató a “respetar el pluralismo político que dicen defender” y a acudir “al registro de la propiedad” para ver quién, cómo y cuándo lo dono y por qué.

Con una actitud que rozaba la soberbia, Jaime Alonso se ha dedicado a alabar las “grandezas” del dictador ante las preguntas que Cristina Pardo le brindaba. “La prueba de su grandeza es que, 40 años después, estos señores tienen la misma patología que sus abuelos", declaraba el portavoz que continuaba con su alegato para asegurar que “no han sido capaces de superar la frustración que Franco y el Franquismo les ha provocado”.

‘Si tú me fusilas, yo te fusilo’

Cristina Pardo, perpleja ante las palabras de alabanza de la figura del dictador, le preguntaba por los años de represalias constantes en  España durante su gobierno y este aseguraba “esa represión y los fusilamientos no son comparables a lo que ocurrió en Francia después de la Segunda Guerra Mundial”. Pero claro, la cosa no acababa ahí y Jaime Alonso respaldaba la versión del archiconocido ‘y tu más’. Porque, según su lógica, “en aquel momento o fusilabas, o te fusilaban”. Y, por supuesto, “había que evitar que el comunismo se expandiera”, como pasó en Moscú.

Alonso ha decidido cargar contra la Ley de Memoria Histórica porque, a su juicio, sólo defiende a uno de los dos bandos implicados en el conflicto bélico. Considera que esta ley está hecha para "destruir la mitad de España y deslegitimar la Transición, la Monarquía y todo lo que rige nuestro país”.

Recrimina, por último, al Partido Popular que se haya subido al carro de los demás partidos y enarbole la bandera de “que para ser demócrata hay que ser antifranquista” y ese es un “juego en el que ha entrado el PP”. Además, reprocha a la formación popular que abrace una Ley que “está distorsionando la realidad e imponiendo un criterio”.