María Dolores de Cospedal está “muy preocupada” por “su ministro” de Justicia, Rafael Catalá, según declaraciones a ELPLURAL.COM de un destacado dirigente del PP de Castilla-La Mancha, que cree que la situación del también diputado nacional por Cuenca es, “a día de hoy, difícil de sostener”. Está claro que la obligada dimisión del fiscal anticorrupción, Manuel Moix, reprobado por la totalidad del Congreso de los Diputados, salvo por el Grupo Popular, junto al propio Catalá y al fiscal general del Estado, José Manuel Maza, deja al valido de la ministra de Defensa al pie de los caballos, a pesar de que el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, catalogara este viernes de “chisme”, parafraseando a Rajoy, la pérdida de confianza del presidente del Gobierno sobre su ministro de Justicia, aunque eso tampoco quiere decir nada, porque hace escasamente unas semanas Mariano Rajoy decía sobre Moix que era un “profesional con amplia y exitosa trayectoria que actúa con total independencia y plena responsabilidad”, virtudes que, según el jefe del Ejecutivo, deberían ser suficientes “para que usted (por Pablo Iglesias) se alegrara”, dijo en sede parlamentaria.

El único ministro reprobado

Y no es para menos la preocupación de Cospedal, siempre en pugna por el poder doméstico con su antagonista en el Consejo de Ministros, la vicepresidenta y “enemiga declarada”, Soraya Sáenz de Santamaría, que ve cómo los dos grandes apoyos de Cospedal en las reuniones de los viernes en La Moncloa, esto es, Rafael Catalá y Juan Ignacio Zoido, se encuentran en sus horas más bajas, y en el caso del ministro de Justicia con un pie más fuera que dentro del palacio de la calle de San Bernardo, sede del Ministerio en Madrid, además de “ostentar el honor” de ser el primer ministro de la democracia reprobado por el pleno del Congreso como consecuencia de las maniobras que se produjeron en la Fiscalía para obstaculizar causas judiciales, como es el caso Lezo, que llevó al expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, muy amigo de “Rafa” (Catalá), a la cárcel. Cospedal fue la única del banco azul que abrazó a Catalá tras su reprobación.

El “paracaidista mimado de Dolores”…

Y eso que Rafael Catalá “es (o era) el paracaidista mimado de Dolores”, reconocen nuestras fuentes, al mismo tiempo que nos recuerdan que desde que tomó posesión de la cartera de Justicia, allá por septiembre de 2014, tras la dimisión de Alberto Ruiz Gallardón, la secretaria general  del PP puso su mirada en él y no “dudó en ofrecerle el acomodo en una lista electoral tranquila, concretamente encabezar la candidatura del PP por Cuenca en las elecciones generales de diciembre de 2015, para seis meses después, en junio de 2016, repetir en la cabeza de cartel, a pesar de que eso suponía relegar a un segundo lugar a una de sus mujeres de confianza, María Jesús Bonilla. “Esta decisión motivó el enfado de los afiliados del PP de Cuenca, que no entendían porqué Cospedal echaba mano de un paracaidista, como si en la provincia, o en Castilla-La Mancha, no hubiera gente capacitada y conocida para ocupar el número uno de la lista”, precisa nuestro interlocutor, lo que motivó, en parte, la sublevación de determinados grupos y la presentación de la famosa “enmienda anti-Cospedal” en el último congreso nacional del PP, donde, incluso, representantes de Cuenca hablaron “de pucherazo”.

…Pero por Zoido “lo deja todo”

Pero no solamente el ministro de Justicia está reprobado y señalado en supuestos frentes corruptos, también el titular de Interior, Juan Ignacio Zoido, se encuentra en el disparadero de los grupos políticos, que centran sus críticas en su número dos, el secretario de Estado de Seguridad, José Nieto, quien mantuvo una reunión con el hermano de Ignacio González, a quien, siempre según la oposición, filtró los datos de la operación Lezo e informó sobre las investigaciones que se llevaban a cabo sobre el expresidente del Gobierno de Madrid. Pero Zoido no es un ministro cualquiera. No. Juan Ignacio Zoido es “el ministro de Cospedal; siempre está a su lado, y su fiel aliado allá dónde esté” la secretaria general del PP. Seguidismo que le costó enfrentarse al mismísimo Rajoy en la elección del líder “popular” de Andalucía, que junto a su “jefa” Cospedal apostaba por el exsecretario general del PP andaluz, el sevillano José Luis Sanz, frente a Juan Manuel Moreno Bonilla. Al final ganó, una vez más, Soraya Sáenz de Santamaría y Javier Arenas consiguiendo que Rajoy desautorizara a Cospedal y eligiera a Bonilla al frente de los “populares” andaluces. De ahí que el presidente del Gobierno accediera a la petición de su secretaria general para sentar a Zoido en el Consejo de Ministros. “Le debía una a Dolores”, concluyen.