En la tarde del jueves, ELPLURAL.COM adelantaba que el Partido Popular había pedido que Mariano Rajoy realizara su comparecencia como testigo de la Gürtel por videoconferencia. La formación popular se escuda en el artículo 731 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que estipula que se podrá declarar a través de vídeo “por razones de seguridad, utilidad u orden público” y cuando la comparecencia del testigo “resulte gravosa o perjudicial”.

La oposición ha reaccionado ante esta noticia y no de muy buen grado. Impresentable, inaudito, falta de respeto… Son algunas calificaciones que han aparecido en la mayoría de los discursos de todos los portavoces de los grupos parlamentarios, menos el PP claro. Desde el Partido Popular, a través de la boca de Antonio Hernando, han afirmado que no quieren “contribuir al circos, que es lo que quieren” las acusaciones de PSOE, IU y ADADE.

En declaraciones en el Congreso, Hernando ha justificado así la petición que el PP ha hecho al tribunal del caso. Además, en un escrito dirigido al tribunal que juzga la primera época de la trama Gürtel, el abogado del PP, Jesús Santos, alega que la videoconferencia es “el medio que menos perjudica o perturba el ejercicio normal de su cargo como Presidente”.

 

Por su parte, Hernando proseguía su perorata y afirmaba que su partido aplica un criterio que tiene precedentes y que es “normal”. Eso sí, ha declarado que el PP acatará lo que diga el tribunal. Insiste, además, en criticar la decisión del mismo de llamar a Rajoy a declarar porque “no tiene sentido” que el presidente del Gobierno comparezca para “hablar de un asunto del que no tiene conocimiento y responsabilidad alguna”. “Podrían llamar a declarar a Rajoy o al Papa de Roma para que diga lo que sabía en ese momento, porque sabe lo mismo”, insiste Hernando.

La oposición, indignada

 

Todos los miembros de la oposición que han desfilado por los pasillos del Congreso han coincidido: la maniobra de los populares es un hecho “gravísimo”. Así lo aseguraba Pablo Iglesias, considera “una falta de respeto a la ciudadanía” volver al plasma. Insiste que es un acto impresentable que en 2017 “un presidente de Gobierno no vaya a la Audiencia Nacional a declarar. Para finalizar, ha reiterado su petición para que comparezca en pleno.

 

En la misma línea se encuentra Alberto Garzón, diputado de Unidos Podemos. Garzón cree que, con este formato, el Partido Popular intenta “minimizar” el coste de que “un presidente tenga que testificar por corrupción”. El miembro del partido morado subraya el carácter “inaudito” de este hecho y sentencia que “la imagen no sólo daña al PP, sino también a la democracia española”.

 

Por su parte, Isabel Rodríguez, portavoz adjunta del grupo socialista, afirma que “Rajoy debe asumir que tiene que dar la cara y explicaciones” por la corrupción. Incluso tilda como “falta de respeto a la justicia” el hecho de comparecer por videoconferencia. Es más, a pesar de esto, sentencia que “no nos sorprende porque e no es la primera vez”.

Una línea de discurso muy similar a la del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que sostiene que “los españoles nos hemos mal acostumbrado a ver cómo el presidente muchas veces actúa” a través de un plasma. Lamenta que no se trate de “una novedad ni una sorpresa”, aunque señala que la decisión última compete al tribunal en cuestión.