El príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II y que tiene ya 95 años, dejará de atender actos oficiales a partir de otoño, aunque la soberana seguirá con su actividad, informó hoy el Palacio de Buckingham.

Ese ha sido el anuncio que ha hecho hoy la Casa Real británica después de que se desataran los rumores tras la citación de todo el servicio de los palacios durante la madrugada. Dicha premura había puesto todos los ojos sobre la reina Isabel II, pero también sobre el duque de Edimburgo. La monarca, la de mayor edad en activo, cuenta ya con 91 años y su marido con 95. Ambos tuvieron problemas de salud la pasada Navidad, cuando un fuerte resfriado impidió a la soberana asistir al servicio religioso navideño.

Todo el personal al servicio de la Casa Real británica había sido convocado a una reunión de urgencia en el palacio de Buckingham, y los secretarios de la reina Isabel II adelantaron que a lo largo de la mañana el Lord Chamberlain, el oficial de más alto rango, les dará un mensaje, junto con el primer ayudante de la soberana, Christopher Geidt.



Las reuniones con el personal del palacio son habituales, pero en esta ocasión su inusual convocatoria de madrugada había desatado los rumores.

Isabel II, que el pasado febrero celebró 65 años en el trono, acaba de regresar a Buckingham, su residencia oficial en Londres, tras pasar la Semana Santa en Windsor.