El pasado sábado 4 de febrero comenzó la carrera por hacerse con el barco Podemos. O al menos, se dio el pistoletazo de salida oficial a la campaña para las primarias de cara al Vistalegre II, ya que el debate acalorado es la máxima morada desde hace varios meses. Pablo Iglesias e Íñigo Errejón llevan tiempo preparando sus guardias pretorianas, planificando su estrategia y armando a sus huestes para la batalla final. ¿Cómo encaran esta recta final ambos bandos?

Errejonistas: Podemos

Desde ELPLURAL.COM ya contamos cuál era la estrategia y el objetivo errejonista para el Vistalegre II. Fuentes internas cercanas a Íñigo Errejón aseguraron que “hemos decidido que ya no tenía sentido callarnos más. Siempre nos hemos callado y nos ha ido como nos ha ido”. El objetivo sigue siendo el mismo: “Intentar que el poder esté más equilibrado” porque “a día de hoy es imposible que Pablo no siga al frente”. Y tienen esperanza de que así sea.

Fuentes internas del equipo de Errejón señalan a ELPLURAL.COM que a pesar de que “hay bastante incertidumbre” y no se sabe muy bien que pasará, “hemos presentado una lista muy potente y muy plural y de campaña se está sacando el máximo”, por lo que “los ánimos son buenos”. Además, dicha fuente asegura que “a nivel personal, tengo la sensación de que va a quedar muy igualado o que va a haber sorpresa”

Pablistas: Ganar

La sombra de Pablo Iglesias es alargada. Mientras la estrategia de campaña de los errejonistas ha sido instar a un Podemos más plural y transversal comandado por Iglesias como secretario general pero con los documentos de la línea del portavoz; el sector pablista ha optado por capitalizar la imagen de Iglesias. El propio secretario general ha asegurado que dimitirá si no obtiene mayoría en los documentos que marcarán el rumbo del partido y en el Consejo Ciudadano Estatal, la Ejecutiva encargada de llevarlos a buen puerto. Una estrategia que algunos, como Tania Sánchez, calificaron de chantaje.

Los ánimos en el entorno de Errejón son buenos y están esperanzados de poder dar la sorpresa y el sorpasso a Iglesias, mientras Iglesias espera no tener que dimitir. Eso sí, se ha guardado las espaldas y, además de optar a la secretaría general, se ha incluido en las listas al Consejo Ciudadano, por lo que en caso de derrota seguirá contando con un sillón en la cúpula morada.