vangoura continúa presentando sus nuevas canciones en una segunda mitad de 2023 que se intuye especialmente prolífica para la banda madrileña. Ignacio y Miguel han dado un paso más en su proyecto haciendo de vangoura una de las propuestas más interesantes de la escena indie nacional. No se trata de estar a medio camino entre el pop, la música de guitarras, el lo fi y la electrónica: eso ya pasó. vangoura crecen como grupo firmando canciones donde demuestran su dominio de los códigos que ellos mismos crean y su estilo propio. 

En una conversación con ElPlural.com, Miguel e Ignacio reflexionan sobre su proyecto más especial.

Pregunta: ¿Cuál es la historia detrás de vangoura?

Ignacio: Hice Erasmus en Italia y al volver monté una banda. Miguel entró porque el batería era su primo. Poco después ganamos un premio para grabar un disco y como nos llevábamos muy bien, íbamos haciendo cosas a nuestra bola. En lo musical coincidimos en muchas cosas y decidimos dejar la banda y empezar nuestro proyecto, el cual ha pasado por muchas fases. vangoura tiene tres años de antigüedad, sacamos nuestro primer tema, Kailua, una semana antes de que nos encerraran por el Covid.

Miguel: Fíjate que igual nos vino bien el hecho de sacar el tema y todo el mundo en casa.

Ignacio: Tomamos buenas decisiones porque en mayo sacamos el siguiente, El Agujero. Y funcionó muy bien. A raíz de ahí llegaron más singles y después el álbum.

P: ¿De dónde viene el nombre?

Miguel: Fue difícil el tener que darle un nombre al proyecto. Estuvimos mucho tiempo y acabamos hasta desesperados. Pero un día de ensayo vimos en mi coche el típico papel en el retrovisor con un chamán africano llamado Bangoura que solucionaba absolutamente todos los problemas en la vida. Se enfocaba en el amor, pero también en el dinero.

Ignacio: Y en la caldera, los neumáticos del coche…

P: Y en ponerle nombres a grupos de música.

Ignacio: Total. No habíamos caído.

P: Se ven bastantes cartelitos en farolas también con ese tipo de chamanes africanos.

Ignacio: Hay mazo. Hay un Nelson Mandela por ahí.

P: Y Lass Bangoura, exjugador del Rayo Vallecano.

Ignacio: Por eso le cambiamos la b por la v.

Miguel: Fue única y exclusivamente por eso. Debe ser un apellido común en África.

P: ¿Y las minúsculas?

Miguel: Una manía.

Ignacio: Hemos sacado temas también con la v en mayúscula. Pero nos gusta más verlo así.

Miguel: Empezó siendo como un toc, pero ahora lo vemos como algo muy nuestro.

Ignacio: Visualmente me produce más placer verlo así.

P: ¿Cómo definís vuestra evolución musical?

Miguel: Ha sido bastante grande, no solo en cuanto a referencias. Cuando empezamos, nos fijábamos mucho en grupos como Foals o Tame Impala. Y, aunque lo sigamos haciendo, ya no están en nuestro día a día. Quizás lo puedo escuchar para sentir algo en concreto.

Ignacio: A mí me gusta la sensación de recordar algo que me gustó mucho en un preciso momento.

Miguel: Aunque no sea parecido a nosotros, nos gustan mucho cosas nuevas que están surgiendo como Rusowski o Ralphie Choo. Ahora estoy como un enfermo con Post Malone.

Ignacio: Antes quizás éramos más convencionales. Pero en las canciones se ve nuestra evolución. Desde algo indie a algo más pop. Odio la palabra fresco, pero es esa idea. Ahora tenemos más guitarras, por ejemplo.

P: Rachel y Ross. Es curioso cómo os habéis inspirado en estos personajes de Friends pero dándole un final que no sale como en la serie.

Ignacio: Es devastador.

Miguel: Cuando le enseñé las demos, Ignacio me preguntó preocupado si estaba bien. Pero me dio por ahí por lo que veo alrededor. Varias rupturas. No solo parejas, también amistades. Y lo de Friends, no fue buscado. Me salió solo al tatarear el tema. Todas las canciones de esta etapa, que nació con Duende, van por ahí. He intentado sacar cosas que tengan que ver también con la ruptura personal con el pasado.

Ignacio: A Miguel se le da muy bien engañar a la gente (ríe). Escribe muy bien y es muy fácil sentirse identificado en nuestra generación con todo lo que escribe.

P: Friends también se ha convertido en un símbolo pop de una época.

Ignacio: Todo gira un poco en torno a eso. A esa época que nos crea cierta nostalgia.

Miguel: Yo he ido notando diferentes épocas en mi vida y varios cambios. Por lo que me ha dado es por echar la vista atrás y recordar. Revolver cajones.

P: ¿Y qué sentimiento produce esa especie de viaje al pasado?

Miguel: Es una sensación rara. Pero ha pasado todo muy rápido. Tengo 29 años, hace diez estaba empezando y en mi cabeza no ha pasado tanto tiempo. Y el ir revolviendo cajones me da esos inputs que me certifican que sí ha pasado tiempo. Siento cierta melancolía, pero al mismo tiempo, siento que vangoura está empezando

P: Al final, naces y renaces constantemente.

Ignacio: Y no es algo triste. Es una sensación más madura. No me deprime echar la vista atrás. Solo que te quedas taciturno.

P: Además de Rachel y Ross y Duende, también habéis sacado recientemente Cuando faltes. ¿Tenéis idea de juntarlo en un mismo álbum?

Miguel: Estamos ahí ordenando ideas. Tenemos bastantes canciones que pueden desembocar en un álbum.

Ignacio: Somos muy planificadores. Iremos sacando cosas y veremos a dónde vamos.

Miguel: Es muy posible para que en abril o mayo lo agrupemos.  

P: ¿Seguisteis esta misma reflexión con Mudar la piel?

Miguel: Ahí ya supimos que iba a ser un álbum porque la temática de las canciones sigue un hilo. Es una historia de diez capítulos. Ignacio también lo vio claro. En esta ocasión no es así.