Juan Carrasco el inocente, insolente, indolente y marciano político de provincias  al que amamos,  primero  como  alcalde de Logroño con ínfulas de aterrizar en Madrid -Vota Juan- y luego ya en la capital, como ministro de agricultura y montando su propio partido -Vamos Juan,  regresa este domingo con una nueva entrega bajo demanda semanal, esta vez en HBO Max. En Venga Juan, algo más oscura pero igual de divertida que las anteriores, Javier Cámara, reconvertido en alto cargo de la empresa privada gracias a las puertas giratorias y con pelo,  baja a los infiernos por una trama de corrupción del pasado que amenaza con llevarle a la cárcel. Un calvario  que el protagonista  atraviesa en soledad en esta temporada. Su mujer, su hija y su “fiel” exjefa de prensa Macarena (María Pujalte) le han abandonado.

Venga Juan ha sabido recoger de manera sublime los frutos tan bien sembrados y abonados por anteriores entregas. Buena culpa de ello la tienen tanto los enormes guiones de su creador, Diego San José, como la interpretación de todos los actores, que repiten de nuevo junto a Cámara en la serie. Por cierto, Venga Juan debería alzarse merecidamente con  todos los premios Feroz a los que ha sido nominada este año: mejor serie de comedia, mejor actor protagonista para Javier Cámara, mejor actriz de reparto psts María Pujalte y mejor actor de reparto para  Adam Jezierski.

Políticos untados con miles de euros cuya contabilidad se lleva  a mano y  en secreto en una libreta que vale oro, un capo que extorsiona como nadie en nombre del partido, un expresidente de Gobierno -clon de Pedro Sánchez físicamente- con más poder que en sus tiempos en Moncloa, constructores paletos y forrados…, y en medido de todos ellos el pobre  Juan Carrasco al que unos y otros quieren cargarle en muerto de años de asaltos, espolios y robos de dinero público. Venga Juan  bebe y saca punta,  con excelente humor, de las bochornosas y tristes cloacas del estado de las que tanto  hemos oído  hablar en los últimos años en  prensa y en los tribunales.

Javier Cámara nos regala una interpretación descomunal. Tan pronto provoca carcajadas como emociona tocado por el desconsuelo de la soledad frente al abismo. Lo mismo les ocurre tanto a María Pujalte, definitivamente consagrada como la gran actriz que es, como a Yaël Belicha, que no tiene desperdicio dando vida a Paula, la mujer de Juan.