Cosa rara, ha sido una producción para todos los públicos, Pinoxxio, de la compañía valenciana Ananda Dansa, la que este año se ha hecho con el mayor número de galardones en los Premios Max de las Artes Escénicas, que anualmente concede la Fundación SGAE. Partía como favorita, y se ha llevado siete de esas nueve estatuillas con forma de manzana a las que aspiraba, seguida de cerca por La piedra oscura, dirigida por Pablo Messiez, dramaturgo argentino afincado en España, que ha conseguido cinco de las seis a las que optaba. La obra se repondrá el próximo otoño en el Teatro Galileo de Madrid.

Eso sí, en la cartera de La piedra oscura se han quedado las principales categorías - Mejor Espectáculo de Teatro, Mejor Autoría Teatral, Mejor Diseño de Iluminación, Mejor Diseño de Espacio Escénico y Mejor Dirección de Escena- en esta ceremonia que ha tenido la danza como leit motiv, en la que el Max de Honor ha recaído en Lola Herrera y a la que han asistido el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que han sido diana de constantes protestas contra el Partido Popular y de reivindicaciones por la defensa de la cultura. 

El Premio a la Mejor Actriz Protagonista ha ido a manos de Aitana Sánchez-Gijón, por su brillante interpretación en Medea, de Andrés Lima, y el de Mejor Actor, en Pepe Viyuela, por Rinoceronte, de Ernesto Caballero (consulta aquí la crítica que publicamos de esta obra en Playtime: https://www.elplural.com/rinoceronte%20de%20ernesto%20caballero).

La rompedora pieza Danzaz, malditos, ha resultado vencedora en la categoría de Mejor Espectáculo Revelación, y En el desierto, Mejor Espectáculo de Danza (lee aquí la entrevista que hicimos a su director, Chevi Muraday, una de las principales figuras de nuestra danza: https://www.elplural.com/en%20el%20desierto%20Chevi%20Muraday).