Sobreviviré, su primer gran éxito, la canción con la que demostró sacó a relucir su torrente de voz, el tema con la que empezó a ser nombrada como una gran diva de la música. Mónica Naranjo ya había lanzado dos álbumes anteriormente y por delante le quedarían casi una veintena. Treinta años después de arrancar la que ya es su extensa carrera musical, la artista se ha lanzado al mundo con su Greatest Hits Tour, una gira sin precedentes con la que celebra su carrera sobre los escenarios. 

La catalana ya ha terminado su paso por Estados Unidos y México, donde ha vendido más de 50.000 entradas y ha realizado múltiples sold outs en enclaves como Ciudad de México, Los Ángeles o Chicago. A partir del próximo mes de octubre, Naranjo arrancará su tour dentro de nuestras fronteras, reafirmando su estatus como una de las voces más icónicas del panorama musical internacional. Este medio ha podido entrevistar a la artista para hacer un balance sobre su trayectoria profesional y descubrir algunos secretos de la gira. 

Pregunta: ¿Qué tal ha ido la gira por Estados Unidos y México?

Respuesta: Muy bien, muy bonito. Con un público entregado, generoso y agradecido. Y yo más, estoy más agradecida que ellos.

(P): ¿Qué esperas de las fechas que vas a hacer en España?

(R): Lo primero, poder llegar a la conclusión de que tengo ya el repertorio. Porque, claro, cada país es un mundo diferente y los repertorios los estamos variando. Entonces lo que espero es atinar, porque en 30 años ha hecho mucha música.

(P): ¿Cómo preparas los repertorios de los shows?

(R): Eso se estudia, y más ahora que tenemos un arma maravillosa como Spotify que nos da los datos por regiones y nos facilita la vida a todos los artistas. Sobre todo cuando son recopilatorios como este, que engloba 30 años de música.

Nunca habíamos armado un show visual como este 

(P): Este tour es un repaso a tus 30 años de trayectoria musical, ¿en qué se diferencia de todo lo que has hecho antes?

(R): Es diferente. Nunca habíamos armado un show visual, habíamos hecho shows más minimalistas, más contemplativos, más sencillos, donde lo que imperaba era el repertorio y los músicos. Aquí hemos querido dejar lo principal para los visuales y para el juego de luces.

(P): Has anunciado que a partir de 2026 te vas a dar un respiro y dejarás los escenarios.

(R): Es un respiro largo. Tener tiempo para ti, porque tener tiempo para aburrirte es muy importante para echar las cosas de menos y y poder llenarte de energía. Pero afronto la gira muy bien hasta finales del mes diciembre de 2026 y a partir de ese momento tendré la oportunidad de concentrarme, focalizar toda la energía en nuevo material. También en aburrirme, comer rico, pasar tiempo con la familia, que me hace falta.

(P): ¿Y qué balance haces de estos 30 años de carrera?

(R): Ha sido intenso, desde luego que no me he aburrido. El balance es bonito porque, al final, cuando empiezas a emerger en una profesión como esta impera muchísimo la ilusión. El cansancio no existe, el hambre es descomunal, la focalización de la energía es brutal, el propósito está clarísimo. Y ahora está el momento en el que necesito más armonía, menos velocidad.

Estoy en un momento que necesito más armonía y menos velocidad

(P): ¿Te habías planteado en otros momento hacer un parón tan drástico?

(R): Como este no. El parón que tuve hace unos años fue por una necesidad imperiosa. Ahora no, es desde el 'no tengo tiempo para todo y lo necesito, paremos que no pasa nada'.

(P): Al hacer este repaso por tu carrera, ¿has redescubierto tus canciones desde otro prisma?

(R): Se interpretan las canciones de otra manera, desde otro punto, porque al final la experiencia te ayuda, te facilita el reencuentro con esas canciones. Yo he seguido formándome en el mundo de la música desde los 12 años, cuando empecé en el clásico. 

(P): A día de hoy hay muchas más plataformas musicales, redes sociales, etc., pero también hay mucho más artistas. ¿Crees que es más complicado o más sencillo hacerse hueco en la industria?

(R): Era más complicado antes. Dependíamos de las compañías discográficas y no había muchas. No teníamos las ventanas que tenéis ahora al mundo. Yo siempre digo que un smartphone en la mano es como comunicación directa con Dios. A través de ahí lo tenéis todo y podéis exponer lo que sabéis hacer que es trabajar, trabajar y trabajar. Si es que no hay otro secreto.

Cantamos, hacemos música, centrémonos en eso

(P): ¿No crees que es todo mucho más efímero?

(R): Se quema todo antes porque hay mucho material, porque hay mucha exposición.

(P): Por otro lado, muchas artistas han reivindicado que a vosotras siempre se os exige mucho más que a los hombres que son artistas. ¿Has sentido esa presión?

(R): Mira, a mí me han perdido las maletas muchas veces estando de gira y nunca he perdido los nervios. Salgo en vaqueros y con una camiseta, fíjate qué exigencia. Si me pierden los In-Ears o si no tengo la escucha que yo necesito, ahí sí que pierdo los nervios. No se exige, se exige lo mismo, que es excelencia sobre el escenario. ¿Qué hacemos? Cantar. Cantamos, hacemos música, centrémonos en eso.

(P): Siempre se te ha puesto la etiqueta de ‘diva’, ¿te ha llegado a molestar?

(R): Me acuerdo hace muchos años cuando se publicó creo que en el New York Times, que estaba entre las cinco o diez voces más importantes del mundo. Yo sé que lo hicieron por bien, pero a mí me hicieron una putada tremenda. Ya tenemos suficiente responsabilidad como para que te pongan ese peso. Hago música. Déjalo ahí.

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