Lucía de la Puerta (Bilbao, 1999) es mucho más que una influencer o una cara viral de TikTok. Aunque sus primeros vídeos en redes sociales marcaron su explosión pública, su trayectoria se ha ido tejiendo a base de constancia, lucha interna y una férrea vocación artística. Fue tenista de élite en su adolescencia, está estudiando Medicina y finalmente ha apostado por lo que más la llenaba: la interpretación y, más recientemente, la música. Con el lanzamiento de su primer disco, A Lo Callao, Lucía da un paso más en una carrera marcada por la transparencia emocional y una narrativa profundamente personal.
Pregunta (P):¿Cómo comenzó tu impacto en redes sociales?
Respuesta (R): Los primeros cuatro vídeos que subí ya se fueron con muchísimos views. Nadie de mi entorno tenía TikTok y, de repente, mis vídeos se hicieron virales. Pensé: si me hago conocida, igual es más fácil que me den papeles de interpretación. Así que empecé.
P:¿Cuándo decidiste mudarte a Madrid?
R: Lo cuento en la intro del disco. Mis padres no querían que me fuera, así que le dije a mi madre que iba al súper y me fui con el coche de mi padre, que me dijo: “Persigue tus sueños”. Me instalé en casa de una tía y fui escuela por escuela, agencia por agencia.
P: ¿Cómo compaginas las redes, la música y tu carrera?
R: Compaginarlo todo es duro, pero llevo haciéndolo toda la vida. No me quejo: si no fuera por las redes, no habría tenido la oportunidad de meterme en la música. Siempre fue un sueño, pero no lo veía alcanzable.
P: ¿Qué ha significado el tenis en tu vida?
R: El tenis fue mi vida muchos años. Lo dejé hace siete años y hubo una época en la que ni podía ver un partido. Este año he vuelto a jugar un poco, y me ha ayudado mucho emocionalmente, como la música.
P: ¿Qué has aprendido durante el proceso musical?
R: He aprendido a expresar lo que no podía decir. A sanar. Me cuesta hablar de mis emociones, pero con la música puedo llorar, cantar, perrear y sacar todo lo que tengo dentro.
P: ¿Crees que TikTok ha cambiado la forma de consumir música?
R: Sí. Nos guste o no, hay que adaptarse. Yo he cantado en conciertos canciones que aún no había publicado oficialmente y el público ya se las sabía por los vídeos.
P:¿Has sentido la presión de mantener una imagen?
R: Totalmente. Como vengo de redes, si fallo, me juzgan más. Por eso canto en discotecas, pincho mis temas… para ir ganando confianza en el escenario.
P:¿Te pones límites en lo que compartes en redes?
R: Cuento todo lo que me afecta a mí, pero si implica a otras personas, ahí pongo el límite. Siempre intento respetar.
P: ¿Qué significa A Lo Callao para ti?
R: El título tiene dos sentidos: uno, porque en la música se trabaja mucho en silencio; y dos, porque 2024 fue un año en el que estuve muy callada emocionalmente. El disco recoge todo lo que viví desde finales de 2023.
P: ¿Hay una canción que te represente especialmente?
R: Me cuesta elegir, pero destacaría Intro, Rencor y Nosotras dos. Esta última fue especialmente dura de escribir. Lloré los tres días que la compusimos.
P: ¿Qué quieres que sientan quienes escuchen tu disco?
R: Emociones. Que lloren, que bailen, que hablen con sus amigas, que se empoderen. Si les remueve, ya me doy por satisfecha.
P: ¿Y ahora qué?
R: Esto no para. Estoy trabajando en colaboraciones con otros artistas. Hay nombres, incluso uno internacional, que aún no puedo desvelar. Pero estoy feliz. Esto es lo que amo hacer.
¿Vas a presentarte al MIR?
R: No, por ahora no. He terminado la carrera, pero no me hacía feliz. Ahora me levanto contenta, con ganas. La vida es una y hay que vivirla haciendo lo que te apasiona, respetando, con valores, pero con ilusión.