"Perfidia" abre un segundo cuarteto de Los Ángeles en el que James Ellroy recupera a personajes ya conocidos de sus anteriores novelas en un proyecto cada vez más ambicioso de narrar la historia de Estados Unidos a través del noir y el policíaco. Extraordinaria y extensa novela, "Perfidia" supone una lectura inolvidable.
Dentro de la novela negra y policiaca contemporánea (porque ha trabajado en ambos campos) el nombre de James Ellroy se sitúa en un lugar privilegiado. Su extensa y variada obra representa desde varias perspectivas un ambicioso proyecto. Las novelas de Ellroy poseen el aliento de las obras más clásicas del género, y sin embargo nos resultan, por su lenguaje, por su construcción, enormemente cercanas en el tiempo a pesar de la lejanía temporal de muchas de ellas. Su trabajo alrededor de los estereotipos del género, su capacidad para la concisión expresiva de las frases, la creación de atmósferas, su detallismo y concretismo descriptivo (sin la necesidad de recurrir a largos párrafos) para situarnos en contextos y la mirada socio-política subyacente en todas sus novelas, son algunas de las marcas de un estilo que ha ido variando y perfeccionando con el paso de los años, capaz de ser visceral de un modo tan abierto como en ese excelente libro que es Mis rincones oscuros, uno de sus libros autobiográficos, situándose él en el centro de la acción con total crudeza.
Con Perfidia, novela ambiciosa por el contenido de su trama, por su estructuración, por el elevado número de personajes y por su enorme extensión de páginas, Ellroy abre un nuevo cuarteto de novelas. El primero, cuya trama se desarrollaba entre 1946 y 1956, está compuesto por La Dalia Negra, EL gran desierto, L.A. Confidential y Jazz Blanco. Su otra trilogía, la Americana, estaba compuesta por América, Seis de los grandes y Sangre vagabunda, y abarcaba entre los años 1958 y 1972 pero moviéndose tanto por Los Ángeles como por otras ciudades norteamericanas. Perfidia se presenta a modo de precuela del primer cuarteto, desarrollando su acción entre el 6 de diciembre y el 29 de diciembre de 1941, con el ataque a Pearl Harbour (el día 7) como trasfondo histórico. Quien haya leído las anteriores novelas citadas de Ellroy encontrará en Perfidia a personajes conocidos, pues regresa a ellos a un momento anterior a lo que ya hemos leído.
Si Los Ángeles es posiblemente la ciudad por excelencia del relato noir, habiendo creado el subgénero de novela angelina, Ellroy es uno de los mejores exponentes de la misma en tiempos recientes. Pero en Perfidia logra ir más allá de lo que había planteado anteriormente al crear un crisol argumental y de personajes que, a partir de un asesinato, van desarrollándose un gran número de tramas que, de una manera u otra, van confluyendo en algún momento. El trabajo de Ellroy es maestro en su capacidad para mantener el pulso en todo momento sin decaer en ritmo y en expresividad narrativa, atento a los elementos más íntimos de los personajes a la par que a llevar a cabo un relato sobre la ciudad de Los Ángeles y del momento pre-bélico excelente.
Y, por supuesto, está la idea que atraviesa transversalmente toda la novela de mostrar una ciudad casi en estado de sitio contra los japoneses tras el ataque aéreo, creando incluso campos de encierro para ellos. Una atmósfera de crimen y de guerra, de racismo y de violencia, que es una de las mejores muestras de cómo lo que llevaba ya unos años sucediendo en Europa se coló en algunas ciudades norteamericanas. La ciudad de Los Ángeles, como es de rigor, se convierte en paisaje y en personaje.
Perfidia, en definitiva, se presenta como una novela espléndida cuyo único problema reside en sus casi ochocientas páginas en un momento en el que parece haberse perdido la paciencia para leer con calma. Pero, quien todavía la tenga, se puede dejar llevar por Ellroy a través de una historia de crimen, guerra, violencia, sexo, jazz…