Jarfaiter sigue siendo el mismo drugo de chándal Nike que empezó escupiendo flemas en forma de rap. El mismo Original Kinki con mirada esquiza que vomita moloko plus y patea conciencias. Jarfaiter es rumba portuguesa, cumbia villera, jota castellana. Es un sonar gutural que te revienta el tímpano. El niño de Piedralaves tiene al género urbano balbuceando y con los euros en la mano. La industria agacha la cabeza, pero el miedo no puede evitar el cruce de miradas. Jarfaiter sigue rodeado de los suyos y en NO SOY NADIE vuelve a poner al barrio de Tetuán en el mapa. Ante el brillo de cadenitas, sonrisas y selfies, Jarfaiter sodomiza al famoseo y le hace vomitar bilis. Izquierda, derecha, crochet, esquiva, gancho crochet, derecha. Y si falla, puñalón.

P: No Soy Nadie me ha parecido un trabajo muy artesanal, se nota que lo has cuidado. 

R: Estoy muy contento. Es justo lo que quería. He encontrado el punto que quería de uniformidad y contexto. Lo bueno de tenerlo desde hace tanto tiempo es que he podido darle muchas vueltas y cambiar ciertas cosas. Es como quien esculpe una escultura y por fin la ve completa.

P: ¿Cómo que no eres nadie?

R: Es una cura de humildad para mí y el resto de artistas. Es bajar a la tierra, dejarnos de películas raras de egos y de cosas feas. Al final soy una persona como otra cualquiera.

P: Entiendo perfectamente el concepto y el espíritu del disco. Pero has conseguido algo muy complicado en estos diez años. Construirte como artista y tener éxito.

R: El gran cambio es poder vivir de esto, haber dejado de hacer otras cosas que no quería hacer, estar más tranquilo y poder dedicarme a lo que quería desde pequeñito. A nivel reconocimiento también lo he logrado. Aunque manteniendo los pies en el suelo y sin volvernos locos.

P: Te he notado igual de cabreado que siempre. Si no fuera por la música, ¿cómo canalizarías esa rabia que tienes dentro?

R:  A saber... Ahora que estoy más centrado en la vida supongo que con el  boxeo. También me gustan otras modalidades de arte, dibujaría, pintaría, tatuaje... Siempre hay formas de expresarse, pero hay pocas cosas que me permitan descargarme tanto como con la música. Me viene muy bien, la verdad.

P: ¿También la faceta de actor?

R: Como actor estás interpretando un papel y te van a dar un guion. Tú le puedes dar tu luz, pero no es lo mismo que la música porque la música es una creación mía y decido sobre todos los aspectos. Elijo las instrumentales y escribo las letras. Sin embargo, en una película te pones ahí y te dicen haz esto y lo haces.

P: ¿Jarfaiter obedeciendo?

R: Tócate los huevos (ríe).

P: Has hablado de que tienes una vida más calmada. ¿Qué es lo más ilegal que has hecho últimamente?

R: Infracciones del coche, alguna pared he pintado para la promoción del disco y poco más. También he movido algunos porrillos para fumar en casa. Estoy muy tranquilito, la verdad.

P: ¿Es bueno el odio?

R: No es bueno ni malo, es algo que, simplemente, está ahí. Todo el mundo odia a alguien o algo. Hasta las personas que van de que no odian, odian. Te puede jugar malas pasadas, te puede venir mal, te puede traer cosas malas, pero, en cierto modo, es algo necesario. Ese amor-odio. Además, a lo largo de la historia se han conseguido cosas buenas con el odio.

P: Alguna vez has mencionado que has dejado de beber. Me parece un acto muy estoico, teniendo en cuenta el país en el que vivimos.

R: Ha sido bastante complicado. Es algo que está muy metido en la sociedad española. Lo más normal es salir y tomarte unas cervezas. Además, está muy bien visto, nos lo inculcan desde pequeños, tanto en la televisión como en casa. Es difícil quitártelo. La gente se ríe de ti si no bebes. Pero dejarlo es algo que debería hacer todo el mundo. Me ha venido muy bien. Tomé la decisión a raíz de una época mala, estuve bebiendo más de la cuenta y se me fue todo de las manos. Llegó un punto que me paré a pensar porque estaba flipando. Llevo más de dos años y más allá de algún día que he bebido en las fiestas de mi pueblo o en bodas, me ha venido muy bien. Me noto mucho mejor. No hay que olvidar que el alcohol es un depresivo. Aquellos que tenéis depresión y que os creéis que la solución es salir de fiesta, no es así. La solución es plantearte la vida, buscarte unos objetivos, entrenar y hacer las cosas bien. Saliendo de fiesta te olvidas en el momento, pero al día siguiente es cuando te va a venir todo y es peor.

P: El disco empieza con Jota Castellana y el oyente recibe un par de puños en la cara. En el vídeo sales tirando billetes a una piara de cerdos. ¿Qué has querido representar?

R: A los artistas, la industria y todo este mundillo, porque lo que están viendo es el dinero y se olvidan de lo bonito de la música. Yo no soy nadie y vosotros estáis todos matándoos por los billetes. Aquí os los dejo, os los coméis y os peleáis como gorrinos por ellos.

P: Ante moderneces extranjeras, has hecho de lo español, lo castizo, la raíz, una seña de identidad. La figura del pillo, del bandolero español. 

R: Mucha más gente se ha sumado a ese carro y que se ha puesto como de moda.

Al final pongo mis huevos encima de la mesa, digo lo que quiero y hago lo que quiero

P: Mira C. Tangana lo que ha construido con eso.

R: El Coleta y yo hemos sido los primeros en hacerlo cuando todo el mundo estaba mirando a lo de fuera. He visto influencers y gente así haciendo referencias incluso al franquismo. Si lo hubieras hecho en otra época se te hubieran tirado encima y ahora, como está todo tan abierto, da igual. Gente de todo tipo está haciendo todo tipo de referencias a todo tipo de cosas y está bien mientras sea una cosa artística. No me gusta estar copiando cosas americanas ni de otros países porque no es lo que he vivido. Me pasa también con el cine. Me canso de estar viendo siempre los mismos tipos de coches, de calles, de vestimenta. Es todo muy igual. Cuando veo algo de cine español lo disfruto mucho más.

P: Debes ser de los pocos artistas de este país que no conoce el término autocensura. 

R: Igual he suavizado algo, pero al final pongo mis huevos encima de la mesa, digo lo que quiero y hago lo que quiero. Si no es así, no lo hago. Si empiezo a ceder y a censurarme, dejo de hacer música. Aunque tenga que ganar menos dinero y llegar a menos gente, lo haré haciendo y diciendo lo que quiera. En el momento que tenga que hacer algo que no me gusta, pararé. 

Jarfaiter, en ElPlural

P: Tampoco te dejas llevar por el miedo a ofender. 

R: La sociedad también tiene ese problema. Hay mucho ofendidito y mucho victimismo. Y no me gusta. Hay que meterle a la gente otra mentalidad. Más de lucha y defensa. De intentar ser fuerte para enfrentar los problemas. No siento el peso de que a alguien le moleste lo que digo. 

P: Es curioso, porque a quien puedes ofender más es a la izquierda. No me imagino a Jarfaiter tocando en las fiestas de Sumar.

R: La izquierda ahora está como está con esos rollos. Yo vengo y vivo en un barrio obrero. Trato con un montón de gente de todo tipo de cultura, de países y razas. Trato con gente con diferente orientación sexual y aquí no puedo decir algunas palabras que con ellos sí puedo. Y nadie se ofende. Lo importante es que no lo hagas con la intención de faltar a una persona que no conoces de nada. Es solo un lenguaje. Si no se siente ofendida una persona de Guinea Ecuatorial o una persona que es homosexual, que tampoco lo haga otra que ni siquiera pertenece a esos colectivos. Ellos deciden lo que ofende o no, pero lo que están haciendo es llorar y dar la chapa.

P: Nuestra generación tiene una actitud muy marcada, sin miedo a ofender y molestar. Con unos comportamientos, vocabulario, formas de expresión que ahora son cancelados. Nos han construido de una forma determinada para sobrevivir ante la sociedad y en la actualidad, la propia sociedad nos censura.

R: Es verdad. Yo he nacido en los 90 y mira cómo eran las cosas. Desde los dibujos animados hasta las películas. Te han metido unas cosas que ahora resulta que son malas. Ahora resulta que la masculinidad es mala, ser valiente es malo, ser fuerte es malo, hablar claro es malo... La sociedad está moldeada de una manera que no me gusta y tampoco me gusta por dónde está yendo. Conviene que seamos más dóciles, obedientes y flojitos, para que no estemos preparados para rebelarnos.

P: No soy nadie también es el título de un tema. En el vídeo atracas un súper. Hay bastantes motivos para dar palos hoy en día.

R: Está la cosa muy mala. Están todos los precios por las nubes. Sobre todo, la vivienda, aquí en Madrid. Nos van contando películas, que si guerra de Ucrania, que si impuestos. ¿Y al final esos impuestos cómo se reparten? ¿Qué hace esta gente con ellos? 

P: ¿Has visto todo eso en Tetuán?

R: Hablaba hace unos años de que mi barrio se estaba gentrificando y ha pasado. Mi barrio era un barrio malo y conflictivo.  Lo han intentado cambiar porque está muy cerca del centro y no convenía que estuviese así. Han empezado a salir noticias malas del barrio, han puesto mucha presión policial y muchas cámaras para intentar cambiar eso. También se han ido subiendo los precios para que se tuviera que ir yendo la gente que no podía pagarlos. Y ha ido viniendo gente con más dinero. De hecho, lo digo en un tema del disco: "Los yonkis pinchándose debajo de mi kelo, al lado de pijos en terraza, mundos paralelos". Bajas ahora a mi barrio y ves gente de dinero que viven en buenas casas. Pero sigues viendo yonkis, bandas y un montón de problemas. Lo raro es que están conviviendo. Es algo que choca mucho.

P: Hay otro aspecto imprescindible en tu carrera que es la fidelidad. Fidelidad a una identidad, una mentalidad y a un grupo. ¿Dónde aprendiste ese código?

P: Es algo que me han inculcado mis padres y mi familia. También lo he ido aprendiendo con el paso del tiempo al ver lo que pasa siendo de una manera u otra. Es importante cuidar de tu gente, tu palabra, la lealtad. Cuando la cagas con eso, no puedes volver atrás. 

P: Empiezas gira en un mes y estás vendiendo muy bien las entradas. Ya has hecho tres sold out en Bilbao. ¿Qué te pasa en el País Vasco?

R: Son unos grandes, me quieren mucho.

P: Me recuerda bastante al caso de Non Servium. Allí son dioses.

R: Euskadi es como es, muy cañero. Le gusta la guerra y mi música gusta. Les tengo mucho cariño porque siempre ha sido la zona donde más ha funcionado, junto con Madrid o Barcelona.

P: Es que Jarfaiter tiene hooligans, no fans.

R: Ahora ya se está abriendo más el público y hay espacio para todo tipo de gente. E Veo ahora los los vídeos de los primeros conciertos que había muy poca gente y se mantiene la esencia. 

P: Te vi gozar en el Wizink cantar Violencia con Non Servium.

R: Imagínate. Es un grupo que llevo escuchando desde pequeñito y a quien he tenido la suerte de conocer. Con Karlos tengo una relación muy buena desde que le conozco. Es un grupo que he escuchado siempre y esa canción me encanta.

P: ¿Qué pasa con Paliza, tu proyecto de streetpunk?

R: Estamos hablando Giuseppe y yo de hacer otra. Tenemos algunas cosas compuestas con sus instrumentales. Aunque está parado, lo retomaremos en cuanto podamos.

P: ¿Cuál es tu ambición?

R: Encontrar a una mujer buena, tener una familia y unos niños que me cuiden cuando yo sea mayor. Dejarles un poco la vida solucionada a ellos con una casita y unas cositas básicas. Una mujer, una casa y una familia. No busco lujos ni ser reconocido mundialmente. Tampoco lo disfrutaría. He perdido cosas por ser reconocido, pero no quiero perder más.