La presentación del último disco de Jarfaiter, No soy nadie, se ha visto envuelta en caos y desorden después de que la multitud que ha asistido al Rastro de Madrid este domingo, ha superado las expectativas de seguridad del espacio. Ante la abrumadora afluencia de personas, la policía se ha visto obligada a desalojar el lugar, llevando la presentación a otro inusual escenario al aire libre.

El evento, que inicialmente estaba programado en el Rastro de Madrid a partir de las 12:00 horas, se ha convertido en un desafío para las autoridades, ya que la multitud abarrotó la Ribera de Curtidores hasta sus límites. Por ello, la policía tomó la decisión de desalojar el lugar para garantizar la seguridad de los asistentes y evitar posibles incidentes. "Nos ha echado del Rastro la policía. Multa, etc... pero no podrán con nosotros", aseguran desde su equipo. 

Cabe destacar, que, en vista de lo que podía suceder, desde el equipo de Jarfaiter se había comunicado su intención de hacer la presentación del disco en un puesto del Rastro: "No pensábamos que fuera a ser tan masiva. Antes de la 12:00 la calle estaba llena de chavales. Luego la policía nos ha dicho que no podíamos hacer la presentación y que había que desconvocar la movilización. Nos han denunciado tanto a nosotros como al dueño del puesto. Todavía no sabemos cantidades. La policía, a pesar de tratarnos con respeto, se la veía nerviosa", aseguran.

Con rapidez, el equipo de Jarfaiter tuvo que improvisar y trasladó la presentación al Parque de las Peñuelas, ubicado junto al metro Acacias. A pesar de la abrupta marcha del Rastro, cientos de seguidores han seguido a Jarfaiter hasta llegar a la nueva localización: "Los chavales se lo han gozado y ha sido una presentación súper divertida. En el parque no ha aparecido la policía y hemos estado casi hasta las 16:00 horas".

Jarfaiter, conocido por su estilo único en el mundo del rap, expresó su agradecimiento a los fanáticos por su paciencia y comprensión durante la repentina reubicación. El rapero subrayó su compromiso con su audiencia y su deseo de ofrecer un espectáculo inolvidable, independientemente de las circunstancias. Además, ha compartido en sus redes sociales momentos del evento.

En resumen, la presentación de No soy nadie en Madrid ha dejado a los fans con un recuerdo inolvidable con su ídolo.

No Soy Nadie, nuevo álbum de Jarfaiter

En unos tiempos donde los números y el marketing están por encima del propio arte, el rapero presenta un disco cargado de principios y verdades

Todos nos creemos que estamos por encima de los demás, que nuestra existencia vale más que la de el resto. Y por eso regresa Jarfaiter, el rapero más directo y explícito del panorama, para poner en su sitio a los que se creen más.

El abulense, en la cima de su carrera con un ejercito fiel de seguidores que llenan sus conciertos y sus vídeos de reproducciones, vuelve con su disco más elaborado y cuidado. Un álbum donde se mantiene leal al Jarfaiter que rompió los esquemas del rap nacional hace ya quince años con ese sonido underground y macarra que tantos han querido copiar. Porque él lo tenía claro: "Quería que el disco sonase a Jarfaiter, a violencia y a oscuridad. Algo que te dé la energía y la fuerza que se necesitan para aguantar este día a día. No quería que fuese algo con lo que ponerte a llorar ni algo bonito que dedicarle a nadie, de eso ya hay demasiado".

El álbum, donde encontramos producciones de Gecko, Kilvertz, Drippyvon, Marcu, Lowlifedolla y el propio Jarfaiter, colaboran artistas de su entorno como Policarpo, Rvkeli, Sandor García, D.Maccio y Drippyvon. Nada de feats comprados para conseguir views, Jarfaiter sabe que cuando estás arriba es cuando más tienes que acordarte de los tuyos.

"No soy nadie" (irónico título para alguien que está en el mejor momento de su trayectoria) son trece canciones donde Jarfaiter recurre a esos géneros que siempre han estado presentes en su música: rap, punk, electrónica, trap y drill. Su música es imposible de etiquetar. Lo mismo que su persona y sus letras, en las que nos habla de las cosas que atormentan a un joven de barrio que lucha día a día. O como él mismo explica, "mis canciones hablan principalmente de mis vivencias y de mi forma de ver el mundo, de cómo opino yo de ciertas cosas y de lo mal que está el panorama musical". Sin importarle quedar bien con nadie, ni lo necesita ni le importa.

Porque podrá gustarte más o menos, podrás estar más o menos de acuerdo, pero el trabajo de Jarfaiter transmite esa libertad con la que se hacía antiguamente la música. Sin crear música para venderla o llegar a todo el mundo. Aquello que los raperos llaman "ser real" y que hoy cobra más sentido que nunca. Aunque quizá él lo explique mejor: "Jarfaiter sigue siendo el patito feo de la industria, al que se le ponen más que trabas y complicaciones mientras vemos como otros artistas gozan de todas las facilidades. Es alguien a quien nadie quería escuchar porque te pone la realidad en la cara, la diferencia es que hemos crecido tanto que ahora con este disco van a tener que escuchar les guste o no".