Desde Tenerife hasta el centro de la escena musical, Choclock sigue consolidando su carrera con Daltónico Pero Me Siento Azul, un álbum donde la nostalgia, el amor y la melancolía se convierten en sonido. Con una mezcla de géneros que van del R&B al UK Garage, el artista canario nos habla sobre su evolución musical, la dificultad de hacer carrera lejos de casa y de cómo el desamor en tiempos digitales se ha convertido en una fuente inagotable de inspiración.
Pregunta: ¿Se sufre haciendo un disco así?
Respuesta: Me lo paso tan bien haciendo música que no sufro. Puede que se escape alguna lagrimilla, pero disfruto el proceso.
P: El título es muy poético.
R: Me hizo gracia el juego de palabras. No busqué nada en concreto, solo le di vueltas hasta encontrar algo ingenioso. Y bueno, soy daltónico. Por otra parte, creo que mi música es bastante nostálgica, de ahí lo de sentirme azul. El feeling blue de los ingleses. Los colores han estado muy presentes en mi imagen como artista, desde Magua con Miel hasta ahora.
P: No sabía que fueras daltónico.
R: Me di cuenta en el colegio cuando pinté de amarillo las hojas de un árbol. Un compañero que estaba sentado conmigo me preguntó por qué lo hacía. Yo, en plan: "Pues porque es un árbol". La profesora vino y me preguntó si las hojas eran amarillas porque era otoño. Y yo: "¿Cómo que otoño? ¿Qué está pasando?". Ahí entendí que era daltónico.
Necesito tener la mente estable para poder crear
P: ¿Te afectó?
R: Cuando eres niño y algo te hace sentir diferente, puede ser bastante traumático. Lo pasé fatal y no se lo decía a nadie. Ahora me da igual. Solo me genera problemas a la hora de vestirme. Tengo que mandarle veinte mensajes a mi novia para saber si estoy combinando bien la ropa.
P: Soy consciente de que caigo en un cliché, pero ¿es contradictorio hacer música triste siendo canario?
R: Depende. Es triste ser de Canarias y tener que vivir en Madrid. En cuanto a calidad de vida, estaría mucho mejor allí. Mi casa es Tenerife. Sin embargo, por falta de recursos e industria, he tenido que venir a una gran ciudad que es la antítesis del lugar de donde vengo. Y eso me provoca una sensación de tristeza.
P: El nivel de los artistas en Canarias es muy alto. ¿Por qué falta industria?
R: No tengo una respuesta clara. En parte, en Madrid está todo muy a mano. Aquí hay gente muy talentosa y viene gente de todos los rincones de España. Eso provoca que aún más personas quieran venir. Todo esto impide que se desarrolle la industria en lugares como Canarias. La gente creativa con inquietudes acaba yéndose de las islas porque quiere tener las mismas oportunidades que el resto, y eso solo se consigue en ciudades como Madrid. Es un pez que se muerde la cola, y sucede en otros ámbitos también.
P: Dices: "Todo lo que postea viene con dedicatoria y tú destacadas me las sé de memoria". ¿Es complicado superar el desamor en este mundo de hiperconectividad?
R: Es el amor moderno. Haces el esfuerzo de bloquear a alguien aunque no quieras, y luego ves sus fotos en las historias de un colega. Al final, es el tipo de amor que me ha tocado vivir y no sé compararlo con otros.
P: ¿Escribir ayuda a superarlo?
R: Yo necesito haberlo superado para escribirlo o, al menos, estar en el proceso de sanación. Si estoy mal de autoestima, lo traslado al estudio y no me siento cómodo. Necesito tener la mente estable para poder crear.
P: ¿Qué te ayuda a encontar esa estabilidad?
R: Un cúmulo de cosas. Que todo se vaya asentando, ver las cosas con mayor objetividad y dejar de darle importancia a cosas que antes eran mi mundo.
P: Me ha gustado tu colaboración con Mvrk.
R: Ha sido súper guay. Me ha hecho muy feliz que se haya dado la colaboración. Es un chico con una gran proyección y está creciendo muy rápido. Cuando le propuse hacer el tema, pensé que igual ya era tarde porque habría otros cuarenta haciéndolo. Sin embargo, se implicó a muerte en el estudio. Muy buena onda y motivado con la canción. Brutal.
P: ¿Notas una evolución artística clara? Desde Suave y Bruno hasta Magua con Miel y ahora Daltónico Pero Azul.
R: Se dice pronto.
No sé cuánto va a durar, pero Make pesos siempre
P: Me parece un gran historial para un artista de 30 años.
R: Miro hacia atrás y siento algo de vértigo. Sin embargo, cada vez me siento más cómodo y tengo la madurez suficiente para reconocer errores y no repetirlos. Afronto los nuevos proyectos con tranquilidad, sabiendo a qué me enfrento y qué tengo que cuidar.
P: ¿En qué sentido?
R: En el plano personal. Sentirme a gusto con la parte creativa, saber qué tengo que pulir y entender cómo hacer que un disco esté completo y sea fácil de escuchar. Quizás llegue el momento en el que sea un señor mayor al que nadie quiera escuchar, pero, de momento, estoy bastante chill.
P: Me parece muy interesante cómo juegas con las emociones. Se ve bastante bien en el paso de SinKerer a PonteFRIKI!.
R: Soy bastante partidario del contraste. Poder estar dando una pedazo de chapa de despechado y, de repente, todo lo contrario. Todos tenemos nuestros momentos. Un día puedo estar de puta madre y al siguiente levantarme más embajonado que nunca. Me gusta plasmar esa montaña rusa en la tracklist de mis discos.
P: He de decirte siemore pensé que Magua era agua con MDMA y no un término canario que significa pena y añoranza.
R: (Ríe). Alguna vez me lo han dicho. Puede tener un significado más banal, como: "Me quedé con la magua de ir a la fiesta". Recuerdo que cuando saqué el disco, me enteré de que en Galicia también se usa el término magua con el mismo significado.
P: ¿Ya dejaste de ser un broke niño making pesos?
R: El otro día lo pensé. Llevo siete años viviendo de la música. Se está estirando el chicle, la verdad. No sé cuánto va a durar, pero Make pesos siempre. No quiero quedarme en la calle y quiero seguir haciendo música.