El aviso en Instagram lo deja claro: Bizarrap anuncia su nueva sesión junto al Big Boss del reguetón, Daddy Yankee, bajo el título enigmático de BZRP Music Session #0/66. Un número que parece más una jugada de ajedrez que una simple colaboración de estudio. Y el hecho de que una leyenda como Yankee entre en el laboratorio del productor argentino pone en marcha algo más que un hit: abre un nuevo capítulo en la historia del género.
A veces, los grandes necesitan un poco de gasolina para volver a rugir. Y Daddy Yankee, que había bajado la velocidad tras su retiro en 2023, parece haber encontrado en Bizarrap la chispa perfecta para arrancar de nuevo. Porque si algo ha demostrado Daddy Yankee es que cuando siente un llamado de emergencia, no tarda en responder.
Yankee ya había incendiado las pistas en 2004 con su obra maestra Gasolina, canción que no solo fue un himno de fiesta, sino el detonador global del reguetón. En ese coro que aún retumba -“¡A mí me gusta la gasolina, dame más gasolina!”- se concentraba la energía y el desparpajo de una escena que pasaba de los barrios de San Juan a dominar el mundo. Dos décadas después, parece dispuesto a repetir la jugada, pero con el beat quirúrgico y milimetrado de Bizarrap.
La sesión se estrena la madrugada del jueves 6 de noviembre en España (02:00 h) y la noche anterior en Latinoamérica. El número “#0/66” ha provocado teorías de todo tipo: que si es un preludio de una nueva etapa del productor, que si se trata de un “episodio cero” antes del gran salto a la #66. Lo cierto es que el título tiene algo de renacimiento, de reinicio, de “Lo que pasó, pasó”, pero lo que viene puede romperlo todo.
DADDY YANKEE || BZRP Music Session #0/66
— bzrp (@bizarrap) November 4, 2025
MIERCOLES (o sea: mañana) pic.twitter.com/FWAa1ee7nj
Y es que, si algo sabe hacer Daddy Yankee, es romper. Lo demostró con Rompe, cuando convirtió la pista en territorio de conquista. Lo reafirmó con Impacto y Pose, cuando el reguetón ya había saltado de las discotecas a las pasarelas. Y ahora, al volver a ponerse los auriculares para grabar con Bizarrap, lo confirma: el Big Boss no está listo para cerrar el ciclo. “Tú sabes cómo soy yo, no me dejo”.
El argentino tampoco. Bizarrap, con apenas 26 años, ha convertido sus sesiones en un fenómeno global. Lo que empezó como un experimento casero en Buenos Aires terminó siendo una plataforma de referencia mundial: por su micrófono ya pasaron Shakira, Quevedo, Nathy Peluso, Residente y decenas más. Cada sesión es una historia nueva, un formato de televisión comprimido en minutos de YouTube, con la tensión de un estreno cinematográfico.
Por eso, esta alianza con Daddy Yankee tiene sabor a evento histórico. Es el encuentro entre quien inventó el camino y quien supo digitalizarlo. Si el puertorriqueño puso al reguetón en las listas, el argentino lo convirtió en lenguaje viral. Juntos, pueden provocar el temblor perfecto: uno con la experiencia del barrio, el otro con el algoritmo en la cabeza.
El teaser no muestra mucho, pero sugiere lo suficiente: un fondo oscuro, la tipografía inconfundible y esa cifra -0/66- que parece señalar un cambio de era. Bizarrap no ha dicho palabra, y Daddy Yankee tampoco.
La cuenta atrás ya ha empezado. En unas horas, el beat caerá, la voz de Daddy Yankee retumbará y el mundo volverá a moverse al compás de esa gasolina que nunca se apagó. Porque, al final, “el ritmo no perdona, y el cuerpo lo sabe”. Y cuando Daddy Yankee y Bizarrap están juntos, lo único que queda es subir el volumen y dejar que rompan.
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