Sting regresa a España. Y lo hace con una gira que, más que un simple reencuentro con su público, parece una declaración de principios: Sting 3.0. El músico británico presentará este nuevo proyecto en seis ciudades españolas -Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Chiclana de la Frontera, Fuengirola, Granada y Sevilla- dentro de un tour internacional que también pasará por Francia, Holanda y Australia.
El inicio del tramo español está previsto para el 9 de julio de 2026 en Las Palmas de Gran Canaria. Un día después, el 10 de julio, Sting actuará en Santa Cruz de Tenerife. A partir de ahí, el artista cruzará al sur peninsular: 12 de julio en Chiclana de la Frontera (Cádiz), 13 de julio en Fuengirola (Málaga), 15 de julio en Granada y 18 de julio en Sevilla, donde pondrá el punto final a su gira por el país.
El tour presenta un formato más reducido e íntimo, centrado en el sonido en directo y en la conexión con el público. Con 17 premios Grammy y más de cuatro décadas de carrera, Sting sigue demostrando que no hay edad para reinventarse. El nombre de la gira, 3.0, alude a esa idea de evolución constante: después de su etapa con The Police y de su prolífica carrera en solitario, el artista se abre a una tercera fase, más sobria, más directa, pero igual de precisa.
En una época de giras mastodónticas y producciones desmesuradas, Sting apuesta por lo contrario: la cercanía. Su repertorio -Roxanne, Message in a Bottle, Englishman in New York o Fields of Gold- forma parte de la memoria colectiva, pero sigue respirando vida nueva cada vez que suena en directo.
Las entradas para los conciertos en Canarias salen en preventa el 4 de noviembre y en venta general el 5, mientras que las citas de Chiclana, Fuengirola y Granada abren su venta el 6 de noviembre. La expectación ha sido inmediata.
Más allá de la música, su figura conserva un peso cultural particular. Sting es uno de esos artistas que ha sabido mantener la coherencia entre lo que canta y lo que defiende. Su activismo por el medio ambiente y los derechos humanos, su interés por las culturas locales o su implicación en causas globales le han dado una dimensión que trasciende lo puramente musical. Su regreso a España, por tanto, no es sólo un acontecimiento artístico, sino también un recordatorio de que hay formas de estar en el mundo que combinan arte, conciencia y elegancia.
Viejas heridas en The Police
Sus antiguos compañeros de The Police, Andy Summers y Stewart Copeland, han presentado una demanda contra él por el reparto de regalías digitales del catálogo del grupo. Según la información publicada por varios medios internacionales, los músicos reclaman que el británico habría incumplido un acuerdo -formal o verbal- que establecía un reparto más equitativo de los beneficios procedentes de las plataformas de streaming y otras explotaciones posteriores de los grandes éxitos de la banda.
Sting, a través de sus representantes legales, ha negado las acusaciones y sostiene que todos los pagos se realizaron conforme a los contratos vigentes. Su equipo afirma incluso que Summers y Copeland “fueron sustancialmente sobrepagados” y que el caso es un intento de reabrir un conflicto cerrado desde 2016.
A sus 74 años, el músico británico sigue siendo un intérprete con algo que decir. Y España, un país que siempre lo ha recibido con afecto, se prepara para escucharle otra vez. Sting vuelve.
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