Los azúcares libres se refieren a los monosacáridos (como la glucosa y la fructosa) y los disacáridos (sacarosa o azúcar de mesa) que son añadidos a los alimentos y bebidas por los fabricantes, los cocineros o los consumidores, así como los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes, los zumos de frutas y los zumos concentrados de frutas. Esta guía no se refiere a los azúcares de las frutas, las verduras frescas y la leche, porque no existe evidencia documentada de efectos adversos de su consumo.

600-01042094La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho pública una "recomendación exigente" para que el consumo de azúcares libres en adultos y niños no sobrepase el 10% de las calorías totales por día y una "recomendación condicional" para la reducción por debajo del 5% (equivalente a unos 25 gramos o seis cucharaditas), porque ofrece beneficios importantes para la salud, como menos caries dental.

La OMS lo recoge en una nueva guía que incluye directrices sobre el consumo de azúcares, y que recomendará a los países con vistas a reducir problemas de salud pública como la obesidad y la caries dental.

La agencia de la ONU ha indicado que gran parte de los azúcares que se consumen hoy están "ocultos" en los alimentos procesados que no se consideran dulces. Por ejemplo, una cucharada de ketchup contiene alrededor de cuatro gramos de azúcar (alrededor de una cucharadita de café) y una sola lata de refresco endulzado con azúcar contiene hasta 40 gramos (10 cucharaditas de café) de azúcares libres –ver imagen-.

azucar en refrescosLa ingesta de azúcares libres varía según la edad y el país. Su consumo en adultos europeos se sitúa entre un 7 y un 8% del total de calorías diarias en países como Hungría y Noruega, y entre un 16 y un 17% en España y el Reino Unido. El consumo es mucho mayor entre los niños, que va desde un 12% Dinamarca, Eslovenia y Suecia a casi un 25% en Portugal.

Las recomendaciones de la guía de la OMS recogen los últimos datos científicos, que señalan que los adultos que consumen menos azúcares tienen un menor peso corporal y que el aumento de la cantidad de azúcares en la dieta se asocia con la obesidad.

Además, las investigaciones demuestran que los niños con mayor consumo de bebidas endulzadas con azúcar son más propensos a tener sobrepeso u obesidad que los menores que beben menos refrescos.