Sergi Cócera es un joven chef que después de foguearse con grandes cocineros como Juan Mari Arzak o Ferran Adrià decidió emprender su vuelo y ahora dispone de cinco establicientos en Castelldefels-Gavà (Barcelona), lo que forman el Grupo Lancaster.

Su buen hacer se ha visto recompensado con el premio al mejor postre 2017 por las texturas de chocolate del Casanova Beach Club, un restaurante que desde 2014 diseña una carta de cocina de proximidad, pero inspirada en la gastronomía internacional. Su esencia es la cocina mediterránea, la japonesa y el mar y montaña. Cócera emplea a unas 150 personas en sus cinco establecimientos.

Cócera pesca y busca setas. Tiene su propio huerto y participa en iniciativas solidarias. Viajero incansable, fruto de sus estancias en el extranjero crea nuevos platos. "Soy inquieto y me gusta crear", asegura.

De su experiencia con Arzak o Adrià aprendió humildad y saber hacer, pero sobre todo una forma de pensar y de llevar una cocina: "Soy psicólogo de mis empleados", dice.

Su restaurante está muy cerca de la vivienda de uno de sus clientes más famosos, Leo Messi, quien se acerca muy a menudo a degustar los platos que Cócera prepara.

De  momento, Cócera afirma que no aspira a obtener las preciadas estrellas Michelin. "He vivido y he trabajado en los mejores restaurantes con tres estrellas y sé lo que cuesta. Prefiero otra forma de vivir y trabajar", asevera.