El pasado mes de febrero, los comités de empresa de los medios públicos de comunicación de Galicia, Asturias, Euskadi, Catalunya, Andalucía, Madrid, Illes Balears, Extremadura, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha se reunían en tierras gallegas ante la "situación de desesperación" que se vive en el seno de las readiotelevisiones públicas. De esta manera, junto a otros territorios que se han ido sumando posteriormente, creaban "RTV’s Públicas en Lucha", la alianza que trata de luchar contra un "mismo modus operandi". En el caso de À Punt, en territorio valenciano, denuncian que el actual Gobierno, liderado por el PP de Mazón en coalición con Vox, han acabado con algunos de los mecanismos de control.

Tras las elecciones de la Comunidad Valenciana en mayo de 2023, El Palau de la Generalitat era ocupado por Partido Popular y Vox y, desde entonces, su argumentario político también ha invadido los pasillos de À Punt. En marzo de 2024, ambas formaciones políticas presentaron sus enmiendas a la Ley 6/2016, de 15 de julio, del Servicio Público de Radiodifusión y Televisión de Ámbito Autonómico, para la reforma de la ley de la radiotelevisión pública valenciana, una normativa proveniente del anterior gobierno progresista. 

Entre los movimientos de la derecha, tal y como cuenta Toni Villareal, líder del Comité de empresa de À Punt, en la ley "se desactivaron algunos de los mecanismos de control": "Había un Consejo de la Ciudadanía que se encargaba de velar un poco, de emitir un informe anual para ver cómo estaba, por ejemplo, la libertad de expresión". El representante de Intersindical asegura que aunque siguen teniendo "bastante libertad", "los controles están desactivados cuando antes no lo estaban".

Con respecto al Consejo fulminado, afirma que ya no existe ningún organismo que "vele por la ciudadanía, por los contenidos que se emiten o por la libertad con la que se tratan los temas informativos". En cuanto al Consejo de Informativos, también quedaba disuelto "a todos los efectos" a principios de abril, tras aplicarse el cambio de ley autonómica del Gobierno de Carlos Mazón. No obstante, previamente, Villareal denunciaba que la ley no era tan "precisa a la hora de atribuirle funciones y composición", lo que daba lugar a que surgieran dudas en torno a su futuro. Semanas después, ni rastro de incógnitas, PP y Vox volvieron a actuar.

Originalmente, este Consejo "tenía la última palabra a la hora de decidir el director de Informativos" y si no lo "refrendaba", "no podía asumir el cargo". Ahora, esta elección tampoco recaerá en los trabajadores de À Punt, de igual manera que ocurrió con el puesto de Director General. Alfred Costa ostentaba el cargo hasta noviembre de 2024, a expensas de que Vox y PP "le confirmaran oficialmente o lo destituyeran formalmente". Sin embargo, la DANA lo precipitó todo a raíz de la sobremesa de Mazón con Maribel Vilaplana en la que supuestamente el popular le ofreció su cargo.

"La intención del nuevo Gobierno era nombrar a su gusto, alguien más afín, pero como se retrasó su nombramiento, y ocurrió la DANA, la cosa se les desmadró un poco", explica Villareal. Finalmente, fue el "propio Costa el que aprovechó el escándalo y dimitió para forzar que se resolviera su situación de interinidad", de manera que al Gobierno le tocó "nombrar a un nuevo director deprisa y corriendo". Así llegaba a la cabeza de À Punt Vicente Ordaz, quien "tiene por bandera subir la audiencia sea como sea".

Para ello, no le ha temblado el pulso a la hora de tomar decisiones. Ordaz ya ha fulminado cuatro programas emblemáticos de la televisión y de la radio: Podríem fer-ho millor, Cadena de valor, Territori sonor y En directe. Por otro lado, la polémica 'castellanización' de À Punt: "Una de sus estrategias es poner los programas en castellano porque, en consonancia con la política de PP y VOX, consideran que en la Comunidad Valenciana hay una gran parte castellano-parlante que si no se ha sentido identificada con À Punt es porque no se le hablaba en castellano".

Con esta "excusa, intentar aumentar el número de programas en castellano": "¿Nos preocupa? Sí, porque una de las razones de ser de las televisiones autonómicas es defender la lengua propia, porque televisiones que hablen en castellano hay muchas en España y en Valencia", apunta Villareal. El líder del comité de empresa asegura que aunque sea "un sector de la audiencia muy concreto", "podría ser muy fiel si se le trata bien".

À Punt: una televisión "reducida" ante el recuerdo de lo que fue Canal 9

Tras años de escándalos y manipulación informativa, Canal 9 echaba el cierre a finales de 2013. Cuatro años después nacía À Punt, pero lo hacía con un destino muy marcado y restringido: "Nació muy reducida porque pesaba el cómo se iba a tomar la opinión pública volver a abrir una tele después de todos los escándalos que había habido con Canal Nou. Entonces decidieron hacerla pequeñita para que no llamara mucho la atención o para que no supusiera un problema para nadie", cuenta Villareal. 

Así, la radiotelevisión pública valenciana afrontaba su segunda vida "con una plantilla muy reducida y con un presupuesto mínimo". Villareal afirma que esto no ha hecho más que acentuarse ya que "si antiguamente llegamos a ser 1200 trabajadores, ahora somos unos 500": "Por tanto, mucho menos de la mitad y, con lo cual, ahora nuestra capacidad para hacer producción propia es nula y lo único que podemos hacer es informativos". 

De esta manera À Punt ha caído en otro de los problemas denunciados por "RTV’s Públicas en Lucha": la privatización de la producción y, por ello, las externalizaciones. Villareal explica que, al final, se trata de una "pescadilla que se muerde la cola" entre producción y audiencias: "Si quieres audiencia tienes que invertir. Si inviertes poco y los programas no son demasiado fastuosos, probablemente no atraerán a la audiencia. Entonces, como no tienes audiencias, no quieres invertir más". Además, el trabajador de la radiotelevisión pública también trata de poner pie en pared pese a que "la audiencia se ha resistido bastante": "Hay que tener en cuenta que la televisión estuvo apagada durante cuatro años y que los números de Canal 9 son muy difíciles de conseguir porque el panorama ha cambiado mucho". 

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