Un reciente estudio sugiere que incorporar alimentos ricos en potasio podría ser más eficaz para reducir la presión arterial que limitar únicamente la ingesta de sal, como se recomienda habitualmente. Esta investigación, publicada en la Revista Americana de Fisiología - Fisiología Renal, aporta una nueva perspectiva sobre el manejo de la hipertensión, una condición que afecta a cerca de un tercio de los adultos en todo el mundo.
Una alternativa a reducir la sal
Actualmente, las recomendaciones médicas para quienes padecen hipertensión se centran en reducir el consumo de sodio. Sin embargo, el nuevo estudio indica que elevar la proporción de potasio en la dieta puede tener un efecto más significativo. La coautora del estudio, la profesora Anita Layton, de la Universidad de Waterloo, situada en Canadá, explica: “Generalmente, se nos aconseja consumir menos sal para controlar la presión arterial. Nuestra investigación sugiere que incluir más alimentos ricos en potasio, como plátanos o brócoli, podría tener un impacto aún más positivo”.
El sodio y el potasio son electrolitos esenciales que participan en funciones corporales clave, como la contracción muscular y la regulación de líquidos. Según los investigadores, la clave está en el equilibrio entre ambos: aumentar la proporción de potasio respecto al sodio parece ser más eficaz que simplemente reducir el sodio.
Los plátanos: una fuente perfecta de potasio
Aunque estudios anteriores ya habían señalado los beneficios del potasio en la dieta, el equilibrio ideal entre estos minerales seguía sin estar claro. Para abordar esta cuestión, el equipo utilizó un modelo matemático que simula los efectos de diferentes niveles de sodio y potasio en el cuerpo, teniendo en cuenta las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres.
Los resultados muestran, por ejemplo, que los hombres tienden a desarrollar hipertensión con mayor facilidad que las mujeres premenopáusicas, pero también responden mejor a una dieta con una proporción más alta de potasio.
Melissa Stadt, también autora del estudio y candidata a doctorado en la Universidad de Waterloo, añade: “Nuestros sistemas corporales pueden haber evolucionado para funcionar mejor con dietas más altas en potasio, como las de nuestros antepasados. Sin embargo, las dietas modernas en sociedades industrializadas son mucho más ricas en sodio y bajas en potasio, lo que podría explicar la mayor prevalencia de la hipertensión”.
El estudio subraya la importancia de considerar no solo lo que se reduce en la dieta, sino también lo que se añade, abriendo nuevas vías para la prevención y tratamiento de la presión arterial alta.