En la comarca del Comtat, en pleno parque natural de la Sierra Mariola, se erige majestuoso Agres, uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Alicante. Sus empinadas callejuelas de casas blancas trepan por la montaña, vigiladas desde lo alto por el Santuario de Nuestra Señora, el monumento más emblemático de este acogedor municipio y un destacado centro de devoción mariana. Allí fue donde la Virgen, a finales del siglo XV, se apareció a un pastor y obró el milagro devolviéndole el brazo perdido. Cada año, la primera semana de septiembre, durante las fiestas patronales dedicadas a la Mare de Déu d'Agres, los vecinos escenifican la historia.La localidad es también un enclave ideal para disfrutar de la naturaleza, el senderismo y desconectar del estrés de la ciudad.

Agres fue habitada desde tiempos remotos, tal y como atestiguan los yacimientos arqueológicos de la Cova Beneito, la Solana, Carbonell, la Coveta El emparetà, la cueva del Moro, la cueva los Pilares, la Mola de Agres, el Pico del Águila, el Cabeço de Mariola y la Covalta. Allí se han encontrado restos del hombre paleolítico, 40.000 a 30.000 años antes de Cristo y del Neolítico, 500 años antes de Cristo. Romanos y árabes también dejaron su huella. Estos últimos levantaron un castillo de protección con varias torres vigías sobre el que luego se levantó el santuario de la Virgen. En 1245, el rey Jaime I el Conquistador conquistó para los cristianos toda la zona al sur del Júcar y en 1256, Agres recibió su Carta Puebla como nueva villa cristiana del reino de Valencia.

La Ruta de las Fuentes

Fuente de l'Assut, con el lavadero al fondo
Fuente de l'Assut, con el lavadero al fondo (Foto del Ayuntamiento de Agres)

En una primera aproximación al pueblo te recomendamos la Ruta de las Fuentes, un recorrido urbano que te permitirá descubrir sus pintorescos rincones y, sobre todo, sus fuentes: la Font del Mig, la de la Barcheta, la del Raval, La Fonteta, la del Convent y la de la Assut, a cuyo lado se erige un antiguo lavadero. Construido en 1882, está en perfecto estado de conservación y listo para su utilización en cualquier momento, para lavar ropa como se hacía antiguamente o para disfrutar del murmullo del agua.

Uno de los placeres que no te puedes perder (y gratis), es catar el agua de la Sierra Mariola, siempre fresca y cristalina, en cada una de las fuentes. El agua viene directamente de la montaña, un regalo de la naturaleza que supieron canalizar romanos y musulmanes. No solo en el pueblo, también en los alrededores se pueden ver fuentes como la del Anficoset, la de la Cava, Fontanella o la del Moli-Mató.

La 'Moreneta de Agres'

Santuario de la Mare de Déu d'Agres. (Foto: Ayuntamiento de Agres)
Santuario de la Mare de Déu d'Agres. (Foto: Ayuntamiento de Agres)

En el casco histórico, es imprescindible la visita al Convento, que es así como se conoce popularmente al Santuari de la Mare de Déu d'Agres. Se erige a caballo sobre la escarpada montaña y desde allí, así como a lo largo del camino paar acceder al mismo, hay unas vistas increíbles del pueblo y alrededores. Se construyó sobre el antiguo castillo musulmán, inicialmente como una pequeña ermita para venerar a la Virgen. Su historia está asociada al incendio que se produjo en una iglesia de Alicante el 31 de agosto de 1484, en el que desapareció la imagen de la Virgen. Al día siguiente, el pastor Gaspar Tomas, la encontró en las ruinas de la antigua fortaleza y ella, que se le apareció para agradecerle el descubrimiento, obró el milagro y le devolvió el brazo que le faltaba. El pequeño templo se convirtió en convento en 1578 y estuvo habitado por monjes franciscanos hasta la segunda mitad del siglo XX.

La iglesia todavía está dedicada al culto y allí se encuentra la Moreneta de Agres, que es como se la denomina por su tez oscura. La imagen primitiva, tallada en madera y policromada, atribuida al siglo XIV fue destruida en 1936 y tras la Guerra Civil, el artista local Remigio Soler, la reprodujo fielmente incrustando en ella pequeños restos de la antigua. Además de esta joya del gótico valenciano se pueden contemplar paneles cerámicos de los siglos XVIII y XIX.

Este entorno privilegiado resulta óptimo para la práctica del senderismo. La Sierra de Mariola, declarada Parque Natural en 2002, ofrece una amplia red de senderos que serpentean a través de antiguos caminos de herradura, cañadas y barrancos, brindando a los excursionistas vistas panorámicas impresionantes y la oportunidad de conectar con la naturaleza en su estado más puro.

Fabricantes de hielo

Uno de los itinerarios más interesantes es la ruta de las Cavas, que te permitirá escubrir esas inmensas neveras subterráneas de los siglos XVII, XVIII y XIX en las que recogían la nieve para fabricar hielo. La más destacada es la Cava Gran, a 1.200 metros de altura. Está en perfecto estado de conservación, tiene planta hexagonal, de mampostería regular trabada con mortero y sillería. 

Agres Cava Gran, también llamada Arquejada, con el Montcabrer al fondo (Foto Turismo de la Generalitat Valenciana)
Agres Cava Gran, también llamada Arquejada, con el Montcabrer al fondo (Foto Turismo de la Generalitat Valenciana)

El pozo tiene casi 15 metros de diámetro circula y una profundidad de 12 metros. Estaba cubierta por una estructura de madera y tejas que se desmontó dejando a la vista unas imponentes arcadas de piedras. Esta inmensa edificación, con unos 2.000 metros cúbicos de capacidad, demuestra la importancia que tuvo el comercio de nieve en la Sierra Mariola. La explotación estuvo en pleno rendimiento hasta 1906 y, después, hasta los años 30, se utilizó de forma esporádica. Ahora está catalogada como Bien Cultural Protegido de la Generalitat Valenciana y es un icono arquitectónico del parque natural.

Desde el convento sale una vía forestal que, pasando por las Cavas, nos conduce hasta el punto más alto de Mariola, el pico Montcabrer de casi 1.400 metros de altura y desde el cual se pueden ver unas increíbles de toda la sierra. El trayecto es de unos 13 kilómetros y de intensidad moderada.

Comer en Agres

La gastronomía típica de Agres comprende platos tradicionales de la cocina de esta comarca. Destacan la pericana, salsa elaborada con aceite de oliva y pimientos secos que se sirve con capellanes, una variedad de pescado en salazón. Arroz caldoso a base de conejo, pollo, judías verdes, garrafón y pimientos rojos; arroz con judías y nabos o arroz al horno, preparado con los restos del cocido. La borreta, un guiso de bacalao, espinacas y pimientos rojos secos; los gazpachos, típicos de la montaña alicantina, que se elaboran con conejos o perdices, caracoles y servidos sobre una torta de pan sin levadura. La olleta o potaje de legumbres, verduras y carnes, y los pimientos rojos rellenos de arroz, conocidos aquí como bajoques farcides. No te puedes ir de esta localidad alicantina sin probar el herbero, un licor elaborado con plantas autóctonas de la sierra Mariola.

El pueblo cuenta con hospedaje rural y la pensión Mariola, un veterano negocio familiar que alberga también el restaurante más antiguo de la localidad, donde se pueden degustar todas estas especialidades. Hay, además, varios bares -imprescindible el Bar Pascual, en la plaza-, para tapear y probar lo mejor de esta cocina mediterránea llena de sabor.

En los alrededores de Agres se encuentran otras localidades interesantes como BocairenteCocentaina o Alcoy.