San Martín de Trevejo despliega su encanto entre las fragancias de azahar y naranjo que perfuman sus calles y plazas, añadiendo un toque sensorial a su rica historia. Este pintoresco pueblo cacereño, situado la Sierra de Gata y atravesado por tres arroyos del Río Arrevises, se distingue por su belleza natural y patrimonio cultural. Desde 2019, la localidad forma parte de los 116 pueblos más bonitos de España, un título exclusivo y difícil de conseguir.

El idioma local, "a fala", que comparte con los vecinos de Eljas y Valverde del Fresno, resuena en sus calles estrechas y en sus casas construidas con una mezcla de piedra, granito, madera y adobe. Además de la belleza de su centro urbano, San Martín de Trevejo invita a los visitantes a bañarse en las refrescantes piscinas naturales de El Chafaril durante los cálidos meses de verano. 

Para acceder al pueblo, es recomendable conducir a través de la carretera paisajística que va desde Villamiel hasta San Martín, pues ofrece unas vistas espectaculares del Valle de Jálama, completando así una experiencia inolvidable en este rincón mágico de Extremadura.

Con origen celta e historia medieval

El origen de San Martín de Trevejo se remonta a tiempos prerromanos, pues existen evidencias de asentamientos celtas en la zona. Sin embargo, la configuración actual de la villa data de la Edad Media, cuando pasó a formar parte de la Orden de San Juan de Jerusalén.

Así, se cree que el pueblo fue fundado en el siglo IV como San Martín de los Vinos, ya que fue durante este periodo cuando vivió el santo que la nombre al lugar: San Martín. En 1230 el pueblo recibió su fuero y cambió la denominación "de los Vinos" a su actual nombre "de Trevejo".

Durante la Reconquista, en el siglo XII, el rey Alfonso VIII de León conquistó la ciudad de Coria, y su hijo Fernando II continuó la repoblación de la región desde Ciudad Rodrigo hasta la Sierra de Gata, asentándose en San Martín gentes de los antiguos reinos de León y Galicia, que trajeron consigo tradiciones y costumbres que aún perduran en esta zona extremeña.

Hasta 1833, San Martín perteneció a la diócesis y provincia de Salamanca, pero las reparticiones territoriales lo ubicaron finalmente y casi por azar en Extremadura. La mezcla cultural y lingüística que experimentó el pueblo desde su origen hasta la actualidad debida, en gran medida, por su situación geográfica, derivó en el surgimiento de una lengua local llamada "a fala" que aún se habla en la zona.

Un pueblo con lengua propia

La lengua conocida como a fala es, sin lugar a dudas, una joya lingüística de Extremadura escondida en el Valle de Jálama, donde San Martín de Trevejo, junto con Eljas y Valverde del Fresno, preservan este singular dialecto. El reconocimiento oficial del a fala como Bien de Interés Cultural por la Junta de Extremadura en el año 2001 refleja su importancia cultural.

Todos los carteles de San Martín de Trevejo se escriben en español y en fala. Irene G. Domínguez

Todos los carteles de San Martín de Trevejo se escriben en español y en fala. Irene G. Domínguez

Al pasear por San Martín de Trevejo, es fácil escuchar conversaciones en esta lengua, que para oídos no familiarizados puede recordar al gallego, al asturiano o al portugués debido a sus raíces galaico-portuguesas. No obstante, la fala no solo se conserva en el uso cotidiano de sus hablantes, sino que también se celebra y se protege como un tesoro que enriquece la diversidad lingüística de España.

Asimismo, cada uno de los tres pueblos del Valle de Jálama mantiene su propia versión del dialecto con ligeras diferencias dialécticas que se reflejan en los nombres locales del idioma: lagarteiru en Eljas, valverdeiru en Valverde del Fresno y mañegu en San Martín de Trevejo.

¿Qué ver en San Martín de Trevejo?

Uno de los puntos más visitados de San Martín de Trevejo es su Plaza Mayor, porticada con arcos y dinteles, donde se encuentra una fuente central que data de 1888. Este espacio público también alberga el Palacio del Comendador, que destaca por su torre campanario del siglo XVI adornada con el escudo de Carlos V, un vestigio del reconocimiento imperial de la villa como "muy noble y leal".

En la Plaza Mayor de San Martín de Trevejo se encuentran los mejores restaurantes del pueblo cacereño.

En la Plaza Mayor de San Martín de Trevejo se encuentran los mejores restaurantes del pueblo cacereño.

La Iglesia de San Martín de Tours, situada en la plaza de San Martín, es un edificio emblemático que data de los siglos XVI y XVII. En su interior, se pueden admirar retablos barrocos, tallas góticas y tres importantes tablas pintadas por Luis de Morales "el Divino". La iglesia también sirve como custodia para el patrón del pueblo, San Martín.

Otro lugar de interés es el Convento Franciscano de San Miguel, fundado en 1452 sobre una antigua ermita y que, según la tradición, fue impulsado por San Francisco de Asís. Otro patrimonio religioso relevante en San Martín de Trevejo es la Ermita de la Cruz Bendita y la Ermita de San Pedro. También merece la pena visitar las ruinas de la Ermita de San Blas en la cima del Jálama, donde se pueden observar unas preciosas vistas panorámicas.

Por otro lado, las casas-palacio dispersas por el casco antiguo son pruebas de la riqueza y el estatus que tuvo San Martín de Trevejo en el pasado. En este marco, destaca el Palacio de Ojesto, del siglo XVIII, donde se conserva una valiosa colección arqueológica y una biblioteca con ediciones antiguas.

Finalmente, no se puede dejar de mencionar los elementos rurales como chozos, antiguas neveras y pilas para hacer vino excavadas en rocas y, por supuesto, las piscinas naturales de El Chafaril situadas en el cauce de las refrescantes y limpias aguas del Río Arrevises en las Hurdes extremeñas.

El agua recorre sus calles durante todo el año

San Martín de Trevejo parece que ha sido diseñado para abrazar la geografía natural que lo rodea, un diseño que no solo le otorga una estética única sino que también cumple una función práctica y esencial a través de los canales que cruzan sus calles, conocidos localmente como "regatus" en mañegu.

Los canales que cruzan las calles de San Martín de Trevejo se conocen como "regatus".

Los canales que cruzan las calles de San Martín de Trevejo se conocen como "regatus".

Históricamente, el agua que fluía por estos canales provenía directamente del río cercano, pasando a través de las calles del pueblo para regar las huertas ubicadas en las partes traseras de las casas. Hoy en día, aunque el origen del agua ha cambiado, su uso para el riego sigue siendo vital para la comunidad.

Destaca notablemente que el agua de estos canales fluye constantemente durante todo el año, creando un acompañamiento casi musical con su murmullo. Además, los vecinos a menudo interactúan con ellos, utilizando piedras o sacos para desviar el agua hacia sus propiedades cuando es necesario.

¿Qué ver en los alrededores de San Martín de Trevejo?

Cabe destacar que desde este pintoresco pueblo extremeño se puede explorar tanto la encantadora Sierra de Gata como el país vecino, Portugal, donde se pueden descubrir otros municipios llenos de historia, arquitectura y paisajes naturales impresionantes.

Uno de los destinos imperdibles cerca de San Martín es el pueblo de Trevejo. A pesar de tener solo 16 habitantes, su ubicación es espectacular, enclavada entre montañas y dominada por un antiguo castillo que ofrece las vistas panorámicas más espectaculares que ha podido observar esta redactora.

Cruzando hacia Portugal, en la Sierra de la Malcata, existe una ruta que comienza en Aldea do Bispo, conocida por su tranquilidad y encanto rústico; siguiendo por Trutalcôa, donde los visitantes pueden pescar truchas o disfrutar de una rica comida en su único restaurante.

Continúa el recorrido pasando por Sabugal, que destaca por su castillo medieval y su centro histórico junto al río Coa, con lugares de interés como la Praça da República y la Iglesia de la Misericordia. Finalmente, Sortelha, un pueblo que es parte de las cinco villas medievales y las doce aldeas históricas de Portugal, que maravilla a los turistas con su muralla bien conservada, un castillo con balcón al estilo de Romeo y Julieta, y una atmósfera de cuento de hadas.

Gastronomía local: embutidos y miel de calidad excepcional

Tienda en San Martín de Trevejo donde comprar su exquisita miel y embutidos. Irene G. Domínguez

Tienda en San Martín de Trevejo donde comprar su exquisita miel y embutidos. Irene G. Domínguez

La gastronomía de San Martín de Trevejo se destaca por el uso de ingredientes naturales y frescos, con especial énfasis en carnes de cerdo y cordero que se transforman en platos tradicionales como el churrasco y la caldereta extremeña. Además, los embutidos locales son altamente valorados por su calidad.

La cocina de San Martín también incluye el aceite de oliva y la miel de producción local, dos elementos esenciales en muchos platos y postres, como el bizcocho mañego y la torta borracha. Los productos de temporada, como las castañas y las setas, así como la caza menor, enriquecen la oferta culinaria, reflejando la rica biodiversidad de la región.

Para disfrutar completamente la experiencia gatronómica en este precioso pueblo, es recomendable visitar las "boigas" o bodegas particulares donde se degusta el vino local, o visitar restaurantes como Os Arcus, que ofrece platos caseros exquisitos en un ambiente realmente acogedor.

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