A finales de la década de los 80, el barrio madrileño de Cerro Belmonte, ahora conocido como Valdezarza, enfrentó una amenaza que puso en grave peligro sus derechos: la expropiación de sus viviendas. El Ayuntamiento de Madrid, en su intento de "erradicar" las zonas de pobreza de la capital, propuso un ambicioso plan que incluía derribar barrios enteros de lo que consideraron "chabolas" e "infraviviendas" para construir nuevos edificios, prometiendo a los afectados que serían "realojados" o que "se les indemnizaría".

Unas promesas que los residentes de este barrio, situado en el distrito de Moncloa-Aravaca, cuyas casas habían sido construidas por sus ancestros, consideraron insultantes e insuficientes, y en un acto de rebeldía y defensa de sus hogares iniciaron una serie de movilizaciones comunitarias. De hecho, a principios del verano de 1990, la situación empeoró cuando los vecinos recibieron una oferta del Ayuntamiento para comprar sus viviendas: 5.018 pesetas por metro cuadrado, una cifra muy por debajo del valor de mercado.

El actual barrio de Valdezarza corresponde al antiguo barrio de Cerro Belmonte de Madrid. Google Maps

El actual barrio de Valdezarza corresponde al antiguo barrio de Cerro Belmonte de Madrid. Google Maps

Ante la falta de alternativas dignas para el realojo y la presión que sufrían por parte de las instituciones públicas para abandonar sus raíces, los vecinos decidieron actuar, resistiéndose firmemente a ser desplazados. Las protestas incluyeron huelgas de hambre, encierros en una parroquia y manifestaciones frente a la casa del entonces alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún.

Apoyo internacional y viaje a Cuba

En un giro inesperado de los acontecimientos y buscando llamar la atención internacional, los vecinos de Cerro Belmonte se dirigieron a la embajada de Cuba para solicitar asilo político. Este movimiento atrajo la atención de Fidel Castro, quien invitó a los vecinos a visitar su país. Esta visita fue cubierta ampliamente por medios internacionales como Der Spiegel y la BBC.

Tras el viaje a Cuba y ante la persistente inacción del Ayuntamiento, los vecinos decidieron dar un paso aún más audaz. A finales de agosto de 1990, su abogada, Esther Castellano anunció que, si no se llegaba a una solución antes de septiembre, el barrio se declararía independiente

Se declara la independencia: Constitución, himno, bandera y moneda

Así, el 5 de septiembre de 1990, se celebró un referéndum en el que una mayoría abrumadora votó a favor de la independencia de Cerro Belmonte. Como curiosidad, destaca que el colegio electoral se ubicó en la casa de una de las vecinas más ancianas del barrio. Asimismo, los residentes elevaron una petición a la ONU para que reconociera dicha independencia.

Rápidamente, los residentes se organizaron para establecer su propio estado, el "Reino de Cerro Belmonte": redactaron una Constitución que promovía valores como la justicia, la igualdad y el pluralismo político, además de abolir la expropiación para evitar futuras amenazas. También crearon su propio himno, compuesto por Juan Carlos Parra, vocalista del grupo punk Kaduka 92, cuya desafiante letra decía: "Queremos pan, queremos vino, queremos al alcalde colgado de un pino".

Cerro Belmonte contaba también con una particular bandera con dos bandas rojas y una blanca, una estrella roja y un triángulo blanco, que era "roja por la lucha, blanca, porque nos quieren dejar sin blanca". De igual modo, crearon una nueva moneda llamada el "belmonteño" que tenía el mismo valor que la cantidad que les habían ofrecido inicialmente por el metro cuadrado de sus casas, en un acto simbólico de resistencia contra el Ayuntamiento de la capital de España.

El Ayuntamiento de Madrid claudica

Aunque la independencia duró solo una semana, la presión tanto local como internacional logró su objetivo: el Ayuntamiento reconsideró sus planes y las expropiaciones fueron canceladas. Con el tiempo, los vecinos negociaron un mejor precio de venta y, finalmente, intercambiaron sus modestas viviendas por apartamentos en edificios modernos, pero manteniendo su espíritu combativo y el sentimiento de comunidad que les había acompañado durante toda la lucha.

Una lucha que salvó sus hogares y dejó un legado de resistencia en la historia de la ciudad de Madrid. De esta manera, Cerro Belmonte se ha convertido en un poderoso ejemplo de cómo una comunidad puede unirse y resistir ante políticas urbanas que amenazan su existencia, mostrando la importancia del activismo y el impacto que puede tener a nivel nacional e internacional.

Cronología de la independencia de Cerro Belmonte

A continuación se detalla la cronología exacta de todo el proceso de independencia del barrio de Cerro Belmonte:

Septiembre de 1988

  • El Diario ABC informa sobre un nuevo plan del Ayuntamiento de Madrid para erradicar las "19 bolsas de pobreza" en la ciudad, incluyendo la construcción de 7.200 viviendas. Cerro Belmonte es uno de los barrios afectados.

Julio de 1990

  • Los vecinos de Cerro Belmonte comienzan las protestas, encierros y huelgas de hambre en respuesta a la amenaza de expropiación.
  • Se envía la petición de asilo a Cuba durante el conflicto diplomático entre España y Cuba, atrayendo la atención de Fidel Castro, quien invita a 25 vecinos visitar el país.

Agosto de 1990

  • Los vecinos visitan la isla y reciben apoyo directo de Fidel Castro, quien les ofrece asilo, aunque los habitantes de Cerro Belmonte regresan a España sin aceptar la oferta de residencia permanente.

20 de agosto de 1990

  • La abogada Esther Castellano anuncia al Ayuntamiento de Madrid que si no mejora la negociación, el barrio se declarará independiente.

Primera semana de septiembre de 1990

  • Se celebra un referéndum en el barrio, con una abrumadora mayoría a favor de la independencia. Se proclama el "Reino de Cerro Belmonte" incluyendo el Principado de Villaamil y el Condado de Peña Chica.
  • Se redacta una constitución, se diseñan una bandera y se acuña la moneda "belmonteño". Se compone un himno por el grupo punk local Kaduka 92.

Impacto mediático post-referéndum

  • La historia es cubierta por medios internacionales y se envía una petición de reconocimiento a la ONU.

Una semana después de la independencia

  • El Ayuntamiento de Madrid cede ante la presión y anula las expropiaciones. Los vecinos renegocian y logran un acuerdo más favorable.

El legado de Cerro Belmonte

  • Las protestas de Cerro Belmonte se convierten en un símbolo de resistencia creativa y efectiva contra la especulación urbanística y son recordadas en movimientos sociales posteriores.

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