Los postres suelen estar ligados al uso de grandes cantidades de azúcar y harina, lo que los convierte en opciones poco recomendables para quienes buscan una alimentación más equilibrada. Sin embargo, hay formas de disfrutar de un dulce sin necesidad de renunciar al sabor ni a una textura agradable. Un buen ejemplo es este postre de café, que no necesita ni harina ni azúcar y se prepara con solo cinco ingredientes básicos.

Esta receta es perfecta para quienes siguen dietas bajas en hidratos de carbono o simplemente desean reducir el consumo de azúcares refinados. Su preparación es muy sencilla y no requiere horno, lo que lo convierte en una opción rápida para cualquier momento del día. Además, es versátil: puedes adaptarlo a tus gustos añadiendo otros ingredientes como frutas del bosque, semillas o proteína en polvo.

Esta mousse de café se prepara con cinco ingredientes

Ingredientes necesarios para este delicioso postre de café

Para preparar este postre de café sin azúcar ni harina solo necesitas:

  • 50 mililitros de café frío
  • 400 gramos de queso batido 0 % materia grasa
  • 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
  • 2 cucharadas de chocolate negro (mínimo 70 % de cacao)
  • Edulcorante al gusto

También se puede personalizar añadiendo otros ingredientes como semillas de chía, frutos rojos o incluso proteína en polvo con sabor neutro, chocolate o vainilla.

Deliciosa mousse de café

Preparación paso a paso de esta deliciosa mousse de café

Empieza preparando la base del postre. En un bol, combina el cacao en polvo sin azúcar con el café ya frío y el edulcorante que hayas elegido. Puedes usar stevia, eritritol, sirope de agave o el sustituto que prefieras. Remueve con energía utilizando unas varillas o una batidora de mano hasta que el cacao se disuelva por completo y obtengas una mezcla fluida y sin grumos.

Cuando tengas lista la mezcla líquida, incorpora poco a poco el queso batido. Es importante hacerlo en varias tandas para que se integre bien. Mezcla con movimientos envolventes o vuelve a usar la batidora si prefieres una textura más uniforme. El resultado debe ser una crema suave y homogénea, sin trozos ni cortes.

A continuación, toma el chocolate negro (mejor si tiene un 70 % de cacao o más) y pícalo en trozos pequeños y regulares. No es necesario que lo derritas; se usará como topping para aportar un contraste de textura. También puedes optar por rallarlo si prefieres un acabado más fino.

Reparte la crema resultante en vasitos o copas individuales. Este paso es ideal si quieres ofrecer el postre en formato monodosis, práctico tanto para el día a día como para ocasiones especiales. Una vez servida la crema, espolvorea por encima los trocitos de chocolate.

Puedes disfrutar del postre en el momento si te gusta con una textura más ligera, o bien guardarlo en la nevera durante al menos 45 minutos para que se asiente y esté más firme y fresco. Si lo preparas con antelación, consérvalo tapado en el frigorífico y consúmelo en un máximo de 48 horas.

Se puede consumir al momento o dejar enfriar en la nevera durante al menos 45 minutos para una textura más firme.