¿Buscas una delicia refrescante y fácil de preparar para sorprender a tus invitados en cualquier ocasión? ¡La receta de la tarta de limón sin horno es la respuesta perfecta! Esta irresistible versión de la clásica tarta de queso sin horneado combina la frescura del limón con la cremosidad del queso en un postre que no dejará a nadie indiferente. Su preparación en frío la convierte en el compañero ideal para cualquier momento del año, y lo mejor de todo es que no necesitarás encender ni un solo fuego para disfrutar de su exquisito sabor.
Con ingredientes simples y unos pocos pasos, podrás crear una tarta que cautivará los paladares y alegrará los estómagos. En definitiva, es una propuesta que es perfecta para los más golosos que buscan un postre que sea fácil de hacer. Y es que esta receta exquisita y refrescante sorprende no solo por su sencillez, y además su resultado es espectacular. Con una base crujiente de galleta y un relleno cremoso con el equilibrio perfecto entre lo dulce y lo ácido, esta tarta es ideal para cualquier ocasión, desde una merienda especial hasta un postre para compartir en una celebración.
Por último, lo mejor de todo es que la tendrás lista en un abrir y cerrar de ojos. Así, solo necesitarás unos 30 minutos aproximadamente de preparación y luego solo deberás esperar el tiempo de refrigeración para que esté lo suficientemente fría para su consumo.
Ingredientes
Para la tarta:
- 250 gramos de queso crema
- 200 mililitros de nata para montar fría
- 400 mililitros de leche condensada
- 150 mililitros de zumo de limón
- Chocolate blanco (para decorar)
Para la base de galleta:
- 100 gramos de galletas
- 100 gramos de mantequilla
- Ralladura de limón (1 limón)
Elaborar la tarta de queso sin horno paso a paso
- Tritura las galletas hasta que queden finas. En un bol, mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida y la ralladura de limón.
- Cubre la base de un molde redondo desmontable con la mezcla de galleta y presiona ligeramente para compactarla. Coloca el molde en el frigorífico para que la base se endurezca mientras preparas el relleno.
- En un bol grande, bate la nata para montar, el queso crema y la leche condensada hasta obtener una mezcla homogénea y espesa.
- Agrega el zumo de limón poco a poco a la mezcla anterior, sin dejar de batir. Asegúrate de integrar bien el zumo para obtener una textura suave y cremosa.
- Vierte la mezcla sobre la base de galleta en el molde y alisa la superficie con una espátula.
- Refrigera la tarta durante al menos 5 horas, pero lo ideal es dejarla reposar de un día para otro para que adquiera la consistencia adecuada.
- Una vez que la tarta esté lista, desmolda con cuidado y decora la parte superior con ralladura de chocolate blanco.
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