¿Qué necesidad  tenía Zapatero de incluir en la Constitución el tope de la deuda, ahora, en este momento?

Ya sabemos que los países nórdicos tomaron esa medida hace muchos años y son un ejemplo a seguir. Pero a  escasos meses de unas elecciones es algo muy inoportuno  y mucho menos pactando con un solo grupo parlamentario, dejando a los demás en la cuneta. Y por supuesto olvidando aquella frase que han repetido tantas veces, siempre de forma muy lacónica y formal, en la que nos enviaban el mensaje de que la Constitución era intocable.

Dicha medida se ha tomado deprisa y corriendo para  complacer a los mercados y a la presidenta  Merkel. Parece mentira que después de ocho años de gobierno, Zapatero no se haya dado cuenta que a este tipo de gente,  no se les seduce. Que hoy piden esto y mañana otra cosa. Son insaciables. Lo único que quieren es  tener a sus pies a la clase política y a través de ésta a los ciudadanos.

Y a la dirigente alemana, representante de las políticas más conservadoras a nivel mundial, le sucede algo parecido. No  le gusta lo público. Defiende  privatizar los estudios, la salud y que sean esos mercados los que regulen la vida de los ciudadanos y si quedan excluidos millones de personas, pues que queden. El negocio es el negocio.

Que esta extrema derecha que se autodefine “liberal”  existe, es evidente, pero que el presidente de un Gobierno socialista les haga el juego, es deplorable. Flaco favor le está haciendo al candidato Rubalcaba que se esfuerza día a día por remodelar y dar cuerpo a un mensaje progresista.

Porque aunque parezca  imposible o inviable existen otras visiones de la política y de la economía para afrontar las crisis económicas. Se nos ha vendido, y muy bien, la idea de que sólo existe una: complacer a los mercados o sea a los bancos, a los fondos de inversión. Privatizando los servicios sociales y parando toda inversión pública. Pero también existe otra forma de enfrentarse a los problemas: recortando gastos superfluos, erradicando la corrupción, subiendo los impuestos a los más ricos e invirtiendo en lo público.

Pero Zapatero parece haber optado por los caminos  más conservadores aunque sea a costa de enfrentarse a gran número de ciudadanos,  menos a aquellos que representan la derecha más dura. Al PP lo ha puesto en casa. Le ha dado pasaporte para comenzar su política de recortes y para afrontar una campaña electoral con un chute de alegría, pudiendo afirmar en todos los pueblos de España que Zapatero les ha dado la razón, que ellos ya lo decían, que eso es lo que hay que hacer, obedecer, arrodillarse.

Sabemos que hay que hacer una política de austeridad, pero ésta ha de llegar tras eliminar a los asesores, a los enchufados, a los corruptos, los fastos y privilegios.

Desde luego nunca vía profesorado, ambulatorios o atención a los ancianos.

Mercè Rivas Torres es periodista y escritora

PD. Dolores de Cospedal ha dejado de pagar las ayudas a los 39.877 dependientes que hay en Castilla La Mancha. “La situación es dramática” afirma J. Manuel Ramírez, presidente de la asociación de directores y gerentes de servicios sociales de España.