Pedro Sánchez está comprometido en garantizar la equidad educativa y la igualdad de oportunidades; en conseguir que ningún estudiante abandone sus estudios por motivos económicos. Ha incrementado una vez más, la partida para becas para el curso 2025-2026, que será la mayor de la historia, beneficiando a un millón de alumnos y alumnas. ¿Qué cantidad ha destinado? 2.544 millones de euros, frente a los 1.500 millones que aprobó Rajoy en 2018. Casi el doble. ¡Las comparaciones son odiosas!

De esto Feijóo no quiere que se hable. No quiere que se hable de subir las pensiones, porque él rechaza subirlas. No quiere se hable de aumentar el Salario Mínimo, porque él se opone a aumentarlo. No quiere que se hable de bajar los alquileres, porque él prefiere el pelotazo urbanístico. Tampoco quiere que se hable de subir las becas, porque el PP siempre ha estado en contra de que el hijo o hija de una familia de clase media trabajadora pueda estudiar en igualdad de oportunidades con los hijos de un banquero o del director de una gran empresa energética.

¿Y cuáles son las novedades más importantes de esta nueva convocatoria de becas? Se aumentan 200 euros la beca de residencia, dirigida a estudiantes que deben desplazarse desde su domicilio habitual para cursar estudios superiores. La ayuda pasa de 2.500 a 2.700 euros, beneficiando principalmente a jóvenes de zonas rurales De la medida se beneficiarán más de 101.000 estudiantes.

También se equipara a los estudiantes de enseñanzas artísticas superiores con los universitarios, beneficiado a unos 7.000 jóvenes. Se incrementa un 25% las cuantías fijas para aquellos alumnos universitarios que acrediten una discapacidad del 25 al 65%. A los alumnos de zonas afectadas por la DANA, en los rendimientos patrimoniales, no se tendrá en cuenta las subvenciones estatales recibidas por este motivo y se flexibilizan los requisitos académicos a aquellas personas mayores de edad que acrediten la condición de víctimas de violencia sexual.

A veces es bueno parar, reflexionar y preguntarse: ¿Es mejor destinar como país 2.544 millones para becas como hace Pedro Sánchez o dar becas para estudiar Bachillerato en centros privados a familias que ganan 100.000 euros, como hace Ayuso? ¿Es mejor aumentar un 6% la inversión en educación como hizo el Gobierno de la nación en su último presupuesto, o ser las comunidades que menos invierten en educación pública por alumno en España, como hacen Ayuso en Madrid y Moreno Bonilla en Andalucía?

¿Es mejor impulsar un Plan de Refuerzo Escolar en matemáticas y comprensión lectora de 500 millones para beneficiar a cinco millones de alumnos de Primaria, ESO, FP Básica y Bachillerato como hace Pedro Sánchez o recortar 44.652 millones de euros en educación como hicieron los gobiernos de Aznar y Rajoy? ¿Es mejor apostar por la universidad pública como hace este Gobierno progresista o favorecer los chiringuitos de las privadas, mientras ahogan financieramente a las públicas, como hace Ayuso en Madrid o Moreno Bonilla en Andalucía?

La educación es la base sobre la que se construye el futuro de una sociedad. Garantizar el acceso a una educación pública de calidad y la igualdad de oportunidades es esencial para el desarrollo personal y colectivo. Sin educación no hay futuro.

Los gobiernos socialistas siempre han apostado por un buen sistema de becas, por justicia y por garantizar la igualdad de oportunidades. Pedro Sánchez ha incrementado un 70% el presupuesto de becas. ¡Casi nada! Lo ha hecho en todos los niveles educativos, sobre todo en Universidad, con el objetivo de que los estudiantes puedan recibirlas lo antes posible, para poder afrontar sin incertidumbres el curso.

Frente a ello, el discurso del PP siempre ha sido que “sobran alumnos en la Universidad”. Cuando dice esto no piensan en sus hijos e hijas, sino en los de la clase media trabajadora. Por eso el PP recorta en educación y en becas. Con Rajoy 120.000 estudiantes tuvieron que abandonar la Universidad por falta de recursos económicos. Pero no eran sus hijos. Sus hijos no necesitan becas para poder estudiar.

Algunos ya no se acuerdan, pero a mí no se me olvida; siendo diputado en el Congreso el entonces ministro de Educación José Ignacio Wert, endureció los requisitos académicos para obtener y mantener las becas, recortando las cuantías y los beneficiarios.

Así, en vez de un aprobado simple, para ahorrarse la matrícula el primer año los aspirantes a ayudas debían obtener un 5,5 de nota media. Para pedir la parte de alojamiento y manutención, el estudiante debía conseguir un 6,5. A partir de ahí, para mantener la matrícula gratuita en 2º curso era necesario aprobar el 65% de los créditos matriculados, y para acceder al apoyo económico, el 85%. También aumentaron las matrículas universitarias, de media un 20%. Sobre todo donde gobernaba el PP: En Madrid y Castilla y León. ¿Ya no nos acordamos?

El PP robó el futuro a miles de jóvenes, porque una carrera universitaria favorece el acceso al empleo. Lo confirman varios estudios. Según el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, los universitarios tienen un 13% más de opciones de encontrar un empleo; y según el VIII Informe Infoempleo Adecco, el 55% de las ofertas de empleo cualificado de España requieren titulación universitaria.

Sr. Feijóo, entérese: las becas no solo suponen un alivio económico para las familias, también tienen un impacto profundo en el desarrollo social y económico del país. Permiten la movilidad social, fomentan la diversidad en las aulas y contribuyen a la formación de profesionales altamente cualificados que impulsan la innovación y el progreso.

Garantizar el acceso a una educación de calidad es esencial para el desarrollo personal y colectivo. En este contexto, las becas son herramientas fundamentales para nivelar el terreno de juego, ofreciendo a todos los estudiantes, independientemente de su origen socioeconómico, la oportunidad de acceder a estudios superiores y formarse para los desafíos del mañana.

Sin educación no hay esperanza, no hay futuro como país, aunque la derecha no quiera enterarse. Las becas han pasado de ser un privilegio con el PP a convertirse de nuevo en un derecho con Pedro Sánchez. Los socialistas siempre reivindicaremos una universidad pública y de calidad. Que genere talento y contribuya a la creación de empleo, accesible a toda la ciudadanía gracias a un buen sistema de becas entendido como un bien social y no para el negocio de unos pocos. Solo a través de un compromiso real y efectivo con la educación se podrá construir una sociedad más justa, equitativa y preparada para los retos del futuro.

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