Se nos dirá que en estos dos años la crisis ha castigado, sin piedad alguna, a la caja o banco de mayor referencia en la Comunidad de Madrid. ¿Pero por qué  Caixabank  -se pregunta la gente- sí ha sabido sortear con  eficacia la situación global de crisis y se mantiene firme en medio de la tempestad, mientras su homóloga madrileña se va hundiendo?

Propuesta acertada
La propuesta de los indignados es acertada y está en boca de la ciudadanía cuando se habla en la calle de lo que ha podido suceder en Bankia. Sin embargo, convendría  que el Gobierno popular diera el primer paso con el fin de saber si ha habido o no depredadores profesionales que se hayan probablemente lucrado a borbotones durante el proceso de declive irresistible.

La tozudez incomprensible y sospechosa
Rajoy debiera abrir urgentemente, como presidente del Gobierno, una rigurosa investigación interna, ahora que el dinero de los españoles, o parte de él, servirá para reflotar Bankia. Por cierto, la tozudez del jefe del Ejecutivo, negándose a asumir la fórmula Hollande/Obama –que apoyaban que Bankia fuera rescatada desde fuera de España, no deja de ser incomprensible y hasta sospechosa.

Mirlo blanco inexistente
En paralelo, el Congreso de los Diputados tendría que poner en marcha una comisión de investigación parlamentaria. Bankia ha dejado de ser una entidad financiera de carácter privado, si es que algún día lo fue, teniendo en cuenta quién fue el antecesor sempiterno de Caja Madrid, Miguel Blesa y las luchas políticas dentro del PP buscando un mirlo blanco inexistente. Su continuidad depende, entre otros factores, de la capacidad de nacionalizar Bankia.

Lo que más odia este Gobierno
Que no venga la derecha diciendo que no cabe en el Congreso esa comisión de investigación parlamentaria. O, mejor dicho, lo más seguro es que el Gobierno impida aquello que más odia: luz y taquígrafos. Esta derecha se cree que, con la mayoría absoluta radiante, el país es suyo. Pero no lo es.  Bankia, repitámoslo una y otra vez no es una empresa privada, sino una entidad que si se salva –y deseamos que así suceda para el bien de todos-, será gracias a los contribuyentes y a los impuestos.

La cuadrilla de derechistas neoliberales
Lo sentimos mucho por ellos, pero toda esta cuadrilla de derechistas neoliberales sigue defendiendo aquello tan rancio y tan falso de menos Estado y más mercado. Si se aplicara la doctrina neoliberal –que tanto gusta a Esperanza Aguirre y a su amplia compañía-, Bankia estaría en la UCI, a punto de morir y  ser enterrada. Y ante la Justicia y ante el Parlamento, Rato tiene aún muchas cosas que explicar. Estamos expectantes.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM