¿Nos ha querido advertir el líder popular que, si acaba la derecha gobernando este país, recortará las mencionadas prestaciones? ¿Qué nos ha querido decir el candidato Rajoy, este entusiasta fan del premier británico, David Cameron, cuyo Gobierno ya ha provocado oleadas de protestas por su tijeretazos diversos? Nos ha venido a recordar que cuando gobernaban ellos en España  -con el Gran José María Aznar en la Moncloa- se crearon muchos puestos de trabajo y que, por lo tanto, lo importante de verdad es que crezca el trabajo y no el dinero para los parados.

La crisis internacional
Rajoy, sin embargo, ha omitido el hecho muy relevante de que por encima del aumento de empleados, ciertamente conseguido  durante los ocho años de Aznar,  están las cifras más que positivas -en relación al Aznarato- de creación de empleo durante la primera legislatura de Zapatero (2004-2008). Y es que Rajoy además oculta el dato decisivo que el PP, deliberada y significativamente, tiende a borrar  siempre. Aznar tuvo la fortuna de no darse de bruces con la crisis económica internacional de mayor impacto desde la Gran Depresión de 1929. Comparar, pues, la época de Aznar con la de Zapatero es un ejercicio tramposo.

Persecución de inmigrantes
Lo que tampoco dice Rajoy es qué hará él -si se convierte en presidente del Gobierno-  respecto a los 32.000 millones de euros que, al menos, amortiguan la precaria situación en la que se encuentran millones de familias españolas. Pero al presidente del PP le parece “astronómica” esa cifra. Cuidado. Los que pueden salir peor parados del Gobierno de la derecha extrema o extrema derecha, son los que menos tienen, los más débiles, los más maltratados por la crisis. El PP ya ha abierto en Cataluña, por otra parte, la persecución de los inmigrantes a los que ha cubierto con la manta de la delincuencia y de la importación de enfermedades erradicadas en la ciudad de Barcelona. Está confirmado, pues, que el PP es un partido xenófobo.

Un partido caciquil
Y, además, un partido caciquil. El espectáculo ofrecido por el cacique de Ourense, José Luis Baltar –veterano multimillonario de  fortuna digamos sospechosa-, repartiendo billetes de euros en un mitin  propio de finales del siglo XIX ratifica lo que es el PP. A gentes como Francisco Camps, Carlos Fabra o Baltar, Rajoy se guarda mucho de decirles que despilfarran los dineros públicos en actividades presuntamente delictivas. A Rajoy le parece “astronómica” la cantidad de euros a repartir entre los parados. Se escandaliza por eso y lo proclama en voz alta. Pero le importa un pepino cómo algunos de sus secuaces bucean en el mar de la corrupción.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM