Las tres provincias -Castelló, València i Alacant- están pringadas de arriba abajo. En Castelló, Carlos Fabra es el auténtico arquetipo del caciquismo que, de hecho, marcó la pauta lamentable de la restauración canovista. Fabra ha sido capaz, durante muchos años, de eludir a la justicia. En València, la Gürtel ha campado a sus anchas y todavía los jueces y los fiscales no han terminado su tarea. En cuanto a Alacant, la Gürtel ha funcionado con Brugal.

La sombra de la sospecha
De nuevo, ha vuelto a surgir estos días -vía policial y vía judicial- la sombra de la sospecha respecto a la alcaldesa de la ciudad de Alacant, Sonia Castedo, presunta protectora urbanística del constructor Enrique Ortiz, propietario y presidente del Hércules F.C., en cierto modo conocido por su larga trayectoria de vulneración de la legislación vigente, circulando entre la Gürtel y la Brugal

El viaje a Creta
El juez alicantino Manrique Tejada ha enviado al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana la documentación que compromete la honradez de la alcaldesa y del constructor. Conviene recordar que el  alcalde anterior, Luís Díaz Alperi, también se acercó a Gürtel. En un viaje de verano, Díaz Alperi se fue a Creta en un jet privado, lo que le costó, si lo llegó a pagar él, 35.000 euros.

Paraíso de ladrones y mafiosos
Como es bien sabido, todos y cada uno de los mencionados políticos son dirigentes y militantes del PP o muy próximos a este partido. Pero no hemos visto aún que Mariano Rajoy, presidente del Gobierno y del PP, haya tomado ninguna medida contundente para expulsar públicamente a gentes que han transformado la política en  paraíso de ladrones y mafiosos.

Silencio persistente
Recientemente escribimos en ELPLURAL.COM que Rajoy era, en la práctica, cómplice de Carlos Fabra. Debemos añadir hoy que lo es también de personajes políticos tan desdeñables como el tal Díaz Alperi, Sonia Castedo y Enrique Ortiz. Y, además, tres concejales de Orihuela, el empresario Ángel Fenoll y José Joaquín Ripoll, expresidente de la Diputación de Alacant. ¿El silencio  de Rajoy -en relación con la corrupción política-  lo hace cómplice y, culpable en parte? No por acción, sí por omisión.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM