La previsión es que, en efecto, el día 20-N la derecha pueda formar gobierno y Mariano Rajoy sea presidente. Esto lo intuyen hasta personajes tan sagaces a la hora de otear el poder como José Manuel Entrecanales (Acciona) que ha pasado sin solución de continuidad de adorar a Rodríguez Zapatero a mimetizarse con el gallego

¿Qué decir del orondo y sempiterno Juan Abelló, el ex socio de Mario Conde. De aznarista puro, duro y combatiente - no digamos su esposa la condesa de Gamazo, la compi de té y saraos de Ana Botella- dentro de poco podrá hacer pingües negocios en el Ayuntamiento de Madrid. Pasó a ser uno de los personajes más asiduos de Moncloa hasta el punto que puso pasta a mansalva –por indicación del que podía-en el invento mediático zapateril. Ahora dobla el espinazo ante Cospedal y pide perdón por los pecados de juventud en distintas plantas de Génova 13.

Será perdonado, no hay duda
Sobre el hipotético ministro de Economía. Modestamente creo y tengo para mí que si don Mariano jura por su honor el cargo de presidente del Gobierno, la persona, a día de hoy, que tiene en mente para darle la más decisiva área gubernamental no es otro que Cristóbal Montoro.

No creo que ni los luises de guindos, ni los bécker, ni nadie tenga la más mínima oportunidad ahora mismo, insisto.

Rajoy es un hombre previsible y si Montoro renunció a su despacho profesional hace ya unos cuantos años para seguir en la mamandurria de los cuatro mil y pico euros mensuales en calidad de diputado no es para desengancharse cuando pasa el carrito del helado.

Montoro cuenta, además, con experiencia en la administración (secretario de Estado de Economía y ministro de Hacienda) y conoce como nadie los entresijos por donde pasan los distintos intereses corporativos ya sean empresariales, financieros o autonómicos.

Nadie en el horizonte ofrece al jefe del PP más posibilidades y credibilidad que el de Jaén; ni más independencia ante los que siempre dictaron a la derecha política lo que había que hacer con el Boletín Oficial del Estado. Y menos problemas.

Es verdad que un Rajoy vencedor en las urnas tendría otras posibilidades de cooptar a su jefe de Economía (¡tampoco tantas!) pero nadie que conozca como el que ya fue su compañero en la mesa del Consejo de Ministros.

En España y en las cosas que afectan a la vida pública tenemos una deriva irrefrenable: dos y dos no salen cuatro.

En esta ocasión, les garantiza que esa cifra es hoy irrefutable. Hoy.

Graciano Palomo es periodista y escritor, director de FUNDALIA y editor de IBERCAMPUS