Habría que añadir a la presencia de don Carlos Fabra en tan misterioso como inútil aeropuerto  -el cual, por cierto, costó al erario público una millonada de euros- que Canal 9, a punto de despedir a 1.300 trabajadores -"¡qué se jodan!"-, envió un equipo para cubrir ese histórico viaje. Impresionante noticia: Fabra visitando su particular Valle de los Caídos en formato aéreo, sin que haya volado, ni esté previsto que vuele, avión alguno.

Los hechiceros de la tribu

Tardaron unos cuantos días los hechiceros de la tribu, con don Mariano Rajoy Brey ejerciendo de paquidérmico Gran Timonel, en afear la conducta oral de doña Andrea Fabra. Pero al observar que la marea de la indignación ciudadana  subía a una velocidad incontrolable, acabaron tales hechiceros cayendo en la cuenta de que más valía montar el paripé de una riña, porque no estaba, ni está ni mucho menos, el horno de la opinión pública para más bollos populares.

La huida de Güemes
Pero la casualidad, o la divina providencia, quiso que se cruzaran, casi al mismo tiempo, el momento estelar del Cacique Excelso con la reprimenda a su hija Andrea, esposa de Juan José Güemes, rutilante estrella del universo esperancista. El pijo Güemes cayó de pronto en desgracia, no se sabe todavía por qué causa, y salió huyendo hace un par de años, de forma pavorosa, siendo como era consejero de Sanidad del Gobierno madrileño que preside doña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma.

En Génova 13 lo protegen
En todo caso, los jefes del PP, aunque demasiado tarde, le dieron una paliza dialéctica a la diputada Fabra. Sorprende, no obstante, que quienes la flagelaron hayan mantenido el silencio más ominoso, a lo largo de más de diez años, y suma y sigue, desde que empezaran a saberse las múltiples aventuras presuntamente delictivas del Cacique Excelso. Fabra ha hecho lo que ha querido y se ha enriquecido entre numerosas sospechas. En Génova 13 han callado y continúan protegiéndolo. Pellizcos de monja a la hija y protección al padre.

 

Ayer 'aterrizó' en el aeropuerto de Castellón el primer avión: una pieza de acero inoxidable que culmina la estatua del artista Juan Ripollés que está inspirada, aunque él lo niegue, en Carlos Fabra. La obra ha costado 300.000 euros y los socialistas denuncian que se adjudicó a dedo sin concurso público. Foto: EFE



Los chistes para Aznar
Claro que don Carlos se hizo íntimo amigo de José María Aznar López, al que le entretenía en sus veranos en la playa de Castellón contándole chistes que el entonces líder de la oposición grababa para reír -sin complejos- en su casa de Madrid.  Y claro que el Cacique Excelso  ayudó a don Mariano para sobrevivir en el Congreso de Valencia, cuando estaba prácticamente muerto en términos políticos. De ahí que el actual presidente del Gobierno declarara que "Carlos Fabra es un ciudadano y un político ejemplar". Sencillamente vergonzoso.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM