La derechona y olé, está ahora que se sale, feliz y muy contenta. Por fin, creen algunos que la aparición de Donald Trump, como mínimo, vendrá a ser una especie de bendición divina. Y lo mejor, además, es que de esta forma acabará siendo el milmillonario norteamericano nuevo y buen amigo de Vladimir Putin.

 Donald Trump ha llegado a decir lo siguiente: “Siempre supe que Putin era muy listo”. Cosas veredes, que ya las dijo Miguel de Cervantes, dirigiéndose a su escudero e ingenioso hidalgo, Sancho Panza.

Quien parece ahora estar encantado de todo esto es cierto periodista, actualmente en ABC y protegido durante mucho tiempo por Doña Esperanza Aguirre, tan generosa con sus fieles derechistas. Se trata de Hermann Tertsch, el que odia a Obama. De modo que ha escrito, en su columna del diario mencionado, un artículo titulado El Naufragio de Obama: “Sus últimas decisiones son un ejercicio de petulancia, nula elegancia y falta de lealtad”.

Este se metió hace poco en la Embajada de Rusia y montó un pollo ahí bastante notorio. Habiendo sido comunista, luego se convirtió a la derecha más que radical. Y sin elegancia.