A estas alturas de la enrevesada evolución política que desde hace ya más de seis años venimos viviendo y sobre todo padeciendo en Cataluña con el “procés”, son muy escasas, casi excepcionales, las personalidades que desde las filas del movimiento secesionista son capaces de atreverse a hablar por sí mismas, a expresar su propia opinión libre, personal e intransferible, con todo lo que esto supone de salirse del discurso separatista oficial. Uno de estos pocos versos sueltos es Andreu Mas-Colell, que fue consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat durante poco más de cinco años, entre diciembre de 2010 y enero de 2016, con Artur Mas como presidente, tras haber sido, entre abril de 2000 y diciembre de 2003, titular del Departamento de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información, en el último mandato presidencial de Jordi Pujol.

Andreu Mas-Colell, nacido en Barcelona el 30 de junio de 1944, es uno de esos economistas conocidos como “minnesotos”, no solo porque finalizó sus estudios universitarios y acabó incluso doctorándose en Minnesota en 1974, tras su fugaz paso por la Universidad de Valladolid, a la que llegó después de su expulsión por motivos políticos, en 1966, de la Universidad de Barcelona. De hecho Mas-Colell ha sido siempre un verso suelto; lo fue incluso durante su militancia antifranquista en el PSUC, el partido de los comunistas catalanes, y ha seguido siéndolo casi siempre, tal vez con las únicas excepciones de sus dos mandatos como consejero de la Generalitat, aunque hasta en aquellos años tuvo el coraje intelectual y político suficiente para expresar algunas opiniones discrepantes con el discurso oficial, en especial desde que el “procés” entró en su deriva unilateralista.

“Soy partidario de votar los Presupuestos del Estado simplemente porque nos conviene con independencia de lo que hagan otros actores”

Profesor en la Universidad de Berkeley, Andreu Mas-Colell obtuvo luego la primera cátedra de Economía Louis Berkman de la Universidad de Harvard, y más tarde regresó a Barcelona, donde ha ejercido su docencia en la Universidad Pompeu Fabra y ha fundado la Barcelona Graduate School of Economics. Considerado uno de los grandes especialistas mundiales en microeconomía, su incontestable prestigio internacional en el terreno de la economía le ha convertido en un referente para buen número de discípulos, entre quienes destaca por su carrera política la actual consejera de Presidencia de la Generalitat, Elsa Artadi; aunque lo cierto es que el propio Mas-Colell no tiene muy buenos recuerdos de sus años como político activo.

La voz de Andreu Mas-Colell debería ser mucho más escuchada, atendida y seguida por todos los dirigentes y seguidores del movimiento secesionista. Como escribió Enric Juliana hace ya más de un año en La Vanguardia, “Andreu Mas-Colell es el más listo de los soberanistas. Se fue a tiempo y suele decir cosas sensatas. Los poderes le respetan”.

Una vez más, estos días ha vuelto a ejercer como verso suelto, expresando sus opiniones con responsabilidad y desde su más que demostrada experiencia política y profesional. “Soy partidario de votar los Presupuestos del Estado simplemente porque nos conviene con independencia de lo que hagan otros actores”, ha escrito Mas-Colell en un artículo publicado en el diario Ara bajo el título “La estrategia dominante”. No lo podía escribir más claro. Aunque él mismo conoce tan bien el paño que cierra este artículo con estas palabras: “Debo de admitir una cosa. Seguramente la estrategia suave no es la óptima para quien cree que la independencia es posible con el 50% de apoyo en Cataluña, con una parte significativa del otro 50% movilizada en contra y con el estado español en contra. Pero este es un escenario de probabilidad cero. Los que, como la CUP, hacen ver que se lo creen, lo hacen estrictamente por razones tácticas”.

Se podrá estar o no de acuerdo con Andreu Mas-Colell, pero nadie le podrá negar responsabilidad cívica y política, coraje moral y libertad intelectual.