David Cameron es el primer ministro o presidente del Ejecutivo, tan admirado por Rajoy, como puesto en la picota por la mayoría de los británicos. “Los recortes son criminales”, proclamaban los policías  en el centro de Londres. O sea, policías ingleses indignados.

Cabreo colectivo
Lo que está sucediendo en España y en otros muchos países no debe asombrar a nadie. Los ciudadanos tienen toda la razón para manifestar su indignación más profunda. Hace un año, de pronto, aparecieron los indignados. Había y continúa habiendo numerosos motivos para el cabreo colectivo. Las cosas en general no han mejorado en ningún sitio. Están, por el contrario, cada vez peor.

Parados y sin papeles
No olvidemos que el arco abierto de la crisis es amplísimo y no se reduce en absoluto. Va desde los millones de parados a los sin papeles que se quedarán –y se están quedando ya- sin atención sanitaria. Cierran las pequeñas y medianas empresas, ahogadas por falta de liquidez. Mientras tanto, sí que hay dinero público para salvar a Bankia. Y dinero además para gratificar con remuneraciones multimillonarias a los mandamases de los bancos.

La cuarta del ranking bancario
Bankia, heredera de Caja Madrid, era en el ranking la cuarta empresa financiera de España, detrás del Banco de Santander, BBVA y la Caixa. ¿Qué ha sucedido para que Bankia se haya hundido? Durante casi veinte años Caja Madrid/Bankia ha estado en manos del PP, concretamente en manos de Miguel Blesa y, por dos años, de Rodrigo Rato.¿Cuantos millones de euros se han embolsado ambos? ¿Podrían hacer públicos sus emolumentos?


Investigaciones minuciosas
Otras cajas y bancos fusionados también estaban en la órbita popular. ¿A qué espera Mariano Rajoy para ordenar investigaciones minuciosas y eficaces hasta conocer quiénes han sido los culpables de tamaños destrozos? ¿O es que alguien puede creerse que los máximos responsables de Bankia son totalmente ajenos a una catástrofe bancaria que no hace más que ratificar el porqué de muchísimos indignados?

Los pacíficos son mayoría
A los indignados no hay ni que temerlos ni que azotarlos vía policial antidisturbios. ¿Puede haber algunos piquetes violentos y antisistema? Claro que sí. Pero no hay que confundir a los pacíficos, que son la mayoría, con los agitadores que buscan jarana, choques y brutalidades. Tras la victoria europea del Atlético de Madrid, hubo desafueros violentos en el centro de la capital de España. Pero casi todos los hinchas y aficionados de Atlético no traspasaron ninguna línea roja. Que quede claro.¡Bienvenidos de nuevo, pacíficos amigos indignados!

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM