Desahogada y chulapona, la presidenta de Madrid ha vuelto a marcar paquete dentro de las filas del PP. Lo ha hecho a propósito de las medidas de ahorro energético promovidas por el Gobierno de España en consonancia con las recomendaciones de la Unión Europea y otros organismos internacionales. Medidas todas ellas puramente técnicas que Isabel Díaz Ayuso se ha apresurado a transmutar en ideológicas, como aquellos marxistas de antaño que en todo veían un inequívoco reflejo de la ideología opresora de las clases dominantes.

Ayuso es una marxista al revés: ve en todas las decisiones del Gobierno de Pedro Sánchez un ataque a la libertad, del mismo modo que aquellos veían en todas las leyes aprobadas por los parlamentos burgueses una voluntad de sojuzgamiento del proletariado para que no pudiera cumplir la alta misión histórica a la que estaba llamado.

Marcar paquete es un gesto inventado por los hombres y rara vez imitado por las mujeres en su vida privada, aunque no así en la pública cuando se dedican profesionalmente a la política. Margaret Thatcher marcaba paquete; Angela Merkel, en cambio, no. Ayuso marcca paquete; Alberto Núñez Feijóo o Juan Manuel Moreno, no.

Cuando, obligado por la pandemia, el Gobierno de España adoptó, como los del resto del planeta, severas restricciones para frenar la pandemia del Covid 19, Isabel Díaz Ayuso optó por marcar paquete, en la estela de lo que también hicieron Donald Trump o Jair Bolsonaro. Las limitaciones no iban a con ellos. Marcar paquete es gritar alto y claro “aquí estoy yo, ¿qué pasa?, ¿pasa algo?”. Marcar paquete es presumir de atributos habitualmente sexuales, pero también políticos: “En Madrid mando yo y estos son mis poderes”.

La jactancia política de Ayuso no pone exactamente en apuros a Feijóo, pero sí le marca el terreno de juego, abocándolo a practicar un populismo con el que no se siente cómodo. Cuando Ayuso marca paquete, Feijóo se ve obligado a seguir, aun tímidamente, sus pasos para no quedar como una nenaza ante los suyos.

¿Mermará la actitud de Ayuso las buenas expectativas electorales del presidente del PP? Es poco probable. Los simpatizantes del PP lo que quieren es que su partido gane, y Génova sabe que el camino de la victoria es el que ha marcado Juanma Moreno en Andalucía, no el marcado por Ayuso en Madrid.