La sensación de orfandad cuando se llega al final de Assassin’s Creed Origins tiene cura y se llama Los Ocultos, el primer DLC de los principales que ha recibido la saga de Ubisoft. Origins es posiblemente una de las entregas mejor lograda y más impactante de la familia, tanto que no es suficiente, algo que viene a remediar este anexo que se sitúa cuatro años después de la historia y que nos lleva a un Sinaí escarpado y repleto de minas.

Los Ocultos, con el título original The Hidden Ones, no exige que se haya terminado la historia principal, aunque sí es bastante recomendable puesto que nuestro protagonista, Bayek, debe tener un nivel 38 como mínimo, algo difícil de conseguir si no se ha avanzado casi hasta el final de la entrega.

Tras partir en un barco desde el mapa principal, nos transportamos cuatro años en el tiempo para encontrarnos con una Orden que empieza a tomar forma y se asienta tanto en Egipto como en Roma. Desde la filial de Sinaí nos piden ayuda para expulsar a los romanos, en paralelo a un grupo de rebeldes que parece buscar el mismo fin pero que provoca las sospechas de la Orden.

Si en Origins asistíamos a la creación de la Orden que ha cimentado el resto de las entregas de la saga, en esta ocasión pasaremos por los primeros compases del grupo secreto que se empezó llamando los Ocultos. De hecho, aunque el sistema de misiones y atlas sea el mismo que el del juego base, la sede de nuestra organización nos transmitirá un poco más de sensación de organización.

Algunos de los elementos del juego básico también se ven ampliados en esta ocasión. Por ejemplo, los trofeos, que son igual de interesantes, aunque su totalidad no aporten otro preciado platino. Y, sobre todo, la presencia de los escarabajos, una versión local de los Phylakes que tanta tensión y emoción nos regalaron en Egipto.

Eso sí, enfrentarse a estos escarabajos supone un desafío al que habrá que acudir con un nivel 45 por lo menos. Una dificultad que no se limita a ellos, sino que podemos sufrirla en cualquier enfrentamiento espontáneo con los romanos que pueblan el Sinaí. Niveles 43, 44 y 45 serán más o menos habituales y nos desincronizaremos con más frecuencia quizás de lo que estábamos habituados.

La otra cara de la moneda es que seremos recompensados con bastante experiencia en nuestras misiones, llegando a conseguir hasta cuatro veces más puntos que en los desafíos del juego base. Algo que nos ayudará cuando volvamos a Egipto si nos quedan pendientes algunos retos, como los insufribles elefantes de guerra (que no es nuestro caso).

Por todo el Sinaí encontraremos campamentos de romanos bastante más nutridos que los que habíamos visto hasta ahora en la mayoría de los casos y que nos darán experiencia, pero también algún que otro quebradero de cabeza. Sin embargo, el reparto es un tanto desigual y puede que pasemos apuros si estamos en campo abierto, cazando por ejemplo, y nos quedamos sin flechas y sin ningún campamento a mano en el que rearmarnos.

De hecho, la única pega que le ponemos a Los Ocultos es la distribución del mapa, que tiende a una verticalidad excesiva aprovechando elementos como las minas que están por doquier, aunque sí que nos permitirá maneras diferentes de afrontar la acción. Habrá momentos en que tengamos a nuestro alcance misiones secundarios o elementos por descubrir, todos muy cercanos en línea recta, pero a los que nos costará un tiempo llegar por culpa de esos desplazamientos verticales. Algo que nos parece que es una manera artificial de alargar el tiempo de juego.

Por lo demás, el mapa vuelve a ofrecernos una gran variedad para ser un DLC y no contar con un espacio tan descomunal como el que disfrutamos en Egipto. Así, nos encontraremos con ciudades plagadas de monolitos y pirámides, lagos interiores, el Mar Rojo con sus islas y trirremes y hasta desiertos y rocas escarpadas para salir de caza.

Además, para los aficionados al coleccionismo, el DLC nos ofrece un nuevo atuendo y dos monturas, además de cuatro armas legendarias. Y todo sin tener que usar los Créditos Hélix, lo que hace que el precio compense.

Conclusión

En definitiva, estamos ante uno de los DLC más rentables del mercado. Por un precio inferior a lo que suelen costar las expansiones -y que muchas veces no pasan de un par de mapas- nos encontramos con una historia nueva y más desafíos que nos sirven para ampliar nuestras posibilidades en el juego base. Por 9,99€ ampliaremos nuestra experiencia egipcia durante cerca de 10 horas si nos ceñimos solo a la historia y que puede superar las 15 horas para aquellos que quieren completar la integridad de la expansión.

Aunque a veces sintamos que se intenta alargar de manera artificial la duración, lo cierto es que el juego se deja disfrutar y nos extiende más si cabe todo lo que pudimos gozar Origins, que no era poco.