Por mucho que pueda pesarles a buena parte de sus productores, directores, actores y sobre todo a gran número de sus siempre fieles seguidores, la larga teleserie ‘El procés' ha dado ya por cerrada su sexta y última temporada. Para desesperación y frustración de gran parte de sus partidarios, la historia ya no daba más de sí. Tal vez por la misma aceleración de sus últimos episodios, a cual más inverosímil y sorprendente, el brutal e inevitable choque con la realidad obliga a dar por finiquitada una serie de indiscutible éxito de público e incluso de amplios sectores de la crítica.

Todo ello sucede en gran parte por la sensación de desencanto e incluso de frustración de algunos de quienes habían sido hasta hace todavía muy pocos días algunos de sus más entusiastas y ardientes propagandistas, con casos tan notorios como los de políticos como el republicano Joan Tardà o la exconvergente Marta Pascal o de varios opinadores y hasta ahora apasionados defensores de la serie, desde Toni Soler y Josep Maria Martí Blanch hasta Bernat Dedéu, Enric Vila, Tian Riba o Francesc-Marc Àlvaro, entre muchos otros, todos ellos precedidos desde hace mucho tiempo por independentistas pata negra como Xavier Rius o Alfons López Tena –lúcidos escépticos desde el mismo primer episodio de este interminable serial-, o más recientemente por todo un apenas recién dimitido consejero del último Govern presidido por Carles Puigdemont, como es el ahora tan desubicado Santi Vila, que de un modo u otro tuvo sus precedentes en anteriores compañeros de Govern como Andreu Mas-Collell, Jordi Baiget, Jordi Jané, Meritxell Batet, Neus Munté, Meritxell Ruiz…

'El procés' ya no daba más de sí. De ahí su cierre definitivo. Todo lo sucedido desde las infaustas sesiones parlamentarias de los días 6 y 7 de septiembre pasado había producido una aceleración suicida en el guión de 'El procés'. Estaba cantado que la serie no tendría el tan ansiado final feliz. Ahora, en lo que ya es su triste epílogo, queda claro que nada era como estaba previsto. Fallaron de forma rotunda y estrepitosa las optimistas previsiones de los productores, guionistas, directores, actores, figurantes y sobre todo de los más entusiastas y leales espectadores de toda la serie. Queda aparentemente en suspenso la proclamación efectiva de la tan repetidamente anunciada República Catalana, no se ha materializado siquiera con el mero acto de arriar las banderas españolas en el Palau de la Generalitat y en el hemiciclo del Parlament de Catalunya, donde siguen izadas como antes.

¿Qué títulos podríamos darle a este “spin-off” de la serie 'El procés'? ¿Quizá 'La escapada'? ¿Acaso 'La huída'? ¿Tal vez 'La gran estafa'?

La discreta pero firme aplicación del artículo 155 de la vigente Constitución española ha disipado las pocas dudas que podían quedar para algunos, con el añadido inesperado de la convocatoria desde la Moncloa de unas nuevas elecciones autonómicas –en modo alguno constituyentes, por tanto- para el próximo día 21 de diciembre, en el plazo más breve posible. Y por si no bastara con todo esto, un Fiscal General del Estado ávido siempre de protagonismo y con un gran afán vengativo, ha logrado que una juez muy dada a dictar órdenes de prisión provisional incondicional haya decidido encarcelar, con una medida tan exagerada y desproporcionada como de difícil explicación, a nada más y nada menos que a ocho de los actores protagonistas de la serie –cuatro consejeros de ERC y los otros cuatro del PDeCat-, mientras que el principal protagonista de la serie, Carles Puigdemont, junto a otros tres de sus antiguos consejeros, se ha instalado en Bruselas, a la espera de que el mal tiempo escampe y todos ellos puedan regresar algún día a España sin asumir su encarcelamiento inmediato.

Tras el definitivo cierre de la serie 'El procés', nos llega ahora ya su esperado “spin-off”, es decir algo así como su prolongación con cambios importantes tanto entre protagonistas, actores y figurantes como en productores, directores y guionistas. Todo apunta a un muy importante cambio de ritmo. Sin compromisos de calendario fijados de antemano, con un objetivo final mucho menos terminante y firme, muy probablemente con sorpresas en las relaciones entre personajes y grupos de personajes, el “spin-off” de 'El procés' promete mucho. Puede ofrecernos muchas sorpresas. Aunque es muy posible, e incluso muy problema, que algunas y tal vez muchas de estas promesas no complacerán ni satisfarán a gran número de los hasta ahora más fieles, leales, entusiastas y apasionados seguidores de “El procés”, que no solo pueden comenzar a sentirse desengañados e incluso engañados sino que no sería de extrañar que terminasen por sentirse legítimamente decepcionados y frustrados. Porque la verdad anunciada ha resultado ser una pura y simple falacia promovida por aquellos que de antemano eran conscientes de la falsedad de todos o casi todos sus argumentos.

¿Qué títulos podríamos darle a este “spin-off” de la serie 'El procés'? ¿Quizá 'La escapada'? ¿Acaso 'La huída'? ¿Tal vez 'La gran estafa'? Yo propongo uno más simple y sin duda menos hiriente: 'Principio de realidad'. Aunque me temo que este es un título muy poco comercial.