Según los datos registrados hasta el mes de octubre por la Dirección General de Tráfico, la cifra de fallecidos en accidentes de tráfico se sitúa por encima de las 900 víctimas mortales, una cifra muy similar a la del 2016 cuando, desgraciadamente, se rompió la tendencia a la baja que se había mantenido durante los últimos 13 años. Con estos datos, la previsión para el cierre de 2017 no es nada halagüeña, ya que el número de víctimas mortales en carretera podría superar las 1.160 víctimas del pasado año.

La velocidad es una de las principales causas de siniestralidad en las carreteras españolas. Circular a una velocidad adecuada podría evitar una cuarta parte de los fallecidos en accidente de tráfico. Tanto es así que cada año, más de 300 personas mueren al año en las carreteras en accidentes en los que la velocidad fue un factor concurrente.

Con el objetivo de seguir luchando contra la siniestralidad y reducir las víctimas mortales, la DGT ha confirmado a través de su director, Gregorio Serrano, la adquisición de un nuevo lote de radares láser portátiles que irán destinados a los motoristas de la Guardia Civil para que también ellos puedan controlar los excesos de velocidad.

Este proyecto que ahora se ha confirmado no es algo nuevo. La DGT ya reveló hace aproximadamente un año sus intenciones para que las motos de la Guardia Civil tuviesen radares con los que registrar los excesos de velocidad. Sin embargo, los recortes y cambios en la dirección de Tráfico paralizaron la puesta en marcha de estas nuevas medidas de seguridad vial.

Según ha informado Gregorio Serrano, la DGT va a invertir 860.000 euros en la compra de 60 nuevos radares láser. El proyecto aún está en fase administrativa y no será implementado hasta dentro de unos meses, cuando las motos tengan instalado un soporte especial que los haga más fáciles de manejar para los motoristas.