La agencia internacional de ayuda humanitaria World Vision reclama un “compromiso global” para frenar el despilfarro de alimentos, y advierte de que el aumento del hambre en el mundo y el cambio climático están vinculados con ese desperdicio.  

Así, World Vision se une a la ONU en esta petición. Según la ONU, el desperdicio de alimentos en los hogares, los establecimientos minoristas y la industria de servicios alimentarios asciende a 931 millones de toneladas cada año. Casi 570 millones de toneladas de este desperdicio se producen en los hogares. La media mundial de alimentos desperdiciados cada año es de 74 kg por persona. 

Este despilfarro contrasta con el aumento del hambre que se viene produciendo desde 2014. En todo el mundo, en torno al 14 por ciento de los alimentos producidos se pierden entre la cosecha y la venta al por menor, mientras que se desperdicia aproximadamente el 17 % de la producción mundial total de alimentos (11 % en los hogares, 5 % en el servicio de alimentación y 2 % en la venta al por menor)".

La pérdida y el desperdicio de alimentos socavan la sostenibilidad de nuestros sistemas alimentarios. Cuando los alimentos se pierden o desperdician, todos los recursos que se utilizaron para producirlos, incluidos el agua, la tierra, la energía, la mano de obra y el capital, se desperdician. Además, la eliminación de la pérdida y el desperdicio de alimentos en vertederos genera emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático.

La pérdida y el desperdicio de alimentos también pueden afectar negativamente la seguridad alimentaria y la disponibilidad de alimentos, y contribuir a aumentar el coste de los alimentos. Nuestros sistemas alimentarios solo serán resilientes si son sostenibles, de ahí la necesidad de centrarse en la adopción de enfoques integrados diseñados para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos.